Durante la noche del martes, la defensa antiaérea rusa interceptó 144 drones ucranianos, 20 de ellos en la región de Moscú, a cientos de kilómetros del frente de batalla. El ataque sobre la capital dejó un saldo de tres heridos y un muerto, según anunció el Ministerio ruso de Defensa. Es el primer ataque letal en esta región.

"Un total de 72 drones fueron interceptados sobre Briansk, 20 sobre la región de Moscù, 14 sobre Kursk, 13 sobre la región de Tula, 8 sobre Belgorod, 7 sobre Kaluga, 5 sobre Voronezh, 4 sobre Lipetsk y uno sobre la región de Orel", detalló el ministerio de Defensa.

Uno de los drones impactó sobre un bloque de viviendas de la capital, en el distrito de Ramenskoye, causando mayor destrucción. Un segundo dron chocó contra otro edificio en la zona lindera, ocasionando daños menores.

El gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, anunció este martes por la mañana la muerte de una mujer de la capital como consecuencia del ataque ucraniano.

"Una mujer de 46 años está muerta. Se informó previamente que un niño de nueve años había muerto, pero esta información no estaba confirmada", informó el gobernante en su canal de Telegram. También añadió que otras tres personas heridas tuvieron que ser hospitalizadas.

Aeropuertos interrumpidos

Oficiales rusos también reconocieron que fragmentos de un dron ucraniano impactaron en el territorio del aeropuerto de Zhukovski, a 40 kilómetros de la capital rusa. "No se han producido víctimas. Tampoco se han detectado daños en las pistas", según informaron fuentes aeroportuarias a la Agencia TASS.

Los ataques provocaron la perturbación de numerosos vuelos en los distintos aeropuertos de la capital, según indicaron las distintas terminales en sus respectivos sitios web.

El de Zhukovski es uno de los cuatro aeropuertos localizados en las afueras de Moscú, y ya había suspendido sus actividades a la hora del ataque.

Aunque no es inusual que Rusia informe sobre la destrucción de drones lanzados por las tropas de Kiev contra su territorio, raras veces estos aparatos llegan a la región de Moscú, ubicada a 400 km de la frontera con Ucrania.