El Gobierno Nacional anunció que los beneficiarios del Monotributo Social empezarán a pagar el 50 por ciento del costo de la obra social por sí mismos y por cada incorporación de beneficiarios (adherentes), a partir de octubre. Es decir, se elimina el “costo cero” para los titulares de este régimen, lo cual inevitablemente bajará la cantidad de inscriptos. Con el objetivo de achicar el gasto fiscal, una vez más se vulneran los derechos de los más pobres.

El Gobierno había querido eliminar esta modalidad de registración laboral en la última versión del paquete fiscal, pero finalmente el Congreso rechazó esa modificación. Luego, el ministerio de Capital Humano lanzó un reempadronamiento que estará vigente tan solo durante septiembre para aquellos beneficiarios inscriptos también en los programas sociales: el Gobierno denunció “irregularidades” en este beneficio de Anses. La misma táctica que utilizó cuando mediante dudosa “auditorías” se propuso depurar el ex programa Potenciar Trabajo.

Con la resolución publicada este martes en el Boletín Oficial, la cartera conducida por Sandra Pettovello avanzó con nuevos cambios en el régimen y confirmó que los monotributistas sociales deberán absorber el costo del 50 por ciento de la cobertura de la obra social propia y del grupo de adherentes. 

En el texto publicado, el Gobierno relativizó la funcionalidad del Monotributo Social asegurando que "tampoco hay evidencia empírica que demuestre un nexo de causalidad entre contar con un monotributo social y la mejora en la sostenibilidad y durabilidad de los emprendimientos financiados" en la economía popular.

Actualmente 585.000 personas se encuentran registradas bajo esta modalidad, a la cual pueden sumar adherentes de su grupo familiar para acceder al subsidio de la obra social. Se estima que en promedio cada titular incluye cuatro familiares a cargo, de modo que podría decirse que el Gobierno decidió dejar sin cobertura médica a unas 2,5 millones de personas, que inevitablemente tendrán que atenderse en los hospitales públicos.

El costo de la obra social para los monotributistas sociales es de 6.900 pesos al mes. Es decir que una titular con cuatro hijos, por ejemplo, deberá empezar a pagar 34.500 pesos para mantener su cobertura de salud. En los hechos se trata de una invitación del Gobierno a desarmar este beneficio que representó un claro avance para la economía popular.

Quienes reciben el monotributo social son trabajadores independientes de bajos ingresos, trabajadores o “emprendedores” de la economía social y beneficiarios o beneficiarias de los programas sociales (Volver al Trabajo y Acompañamiento Social –ex Potenciar Trabajo- y Microcrédito),  para de este modo poder acceder a una obra social y una jubilación.

El monotributo social fue la modalidad de registración laboral que más creció en 2022 durante el gobierno de Alberto Fernández, lo cual significó una buena y mala noticia a la vez: la tendencia de las y los trabajadores de la economía popular a registrarse es buena, pero el objetivo del mandato presidencial era mejorar la calidad del empleo.