Herenia no se fue, sigue acá entre nosotros con sus banderas bien altas. Como decía Hebe, a las Madres de Plaza de Mayo las parieron sus hijos desaparecidos. Y a la mujer de ojos claros y pañuelo ajustado a la cabeza, tan sabia como serena, la parió Santiago. De seis hermanos, él era el segundo entre cinco varones y una mujer. Herenia lo buscó 47 de sus 97 años, perseverante y entera. Parecía frágil por f