Los nietos te cuentan cómo fue. Historias de identidad (Marea. 2023) relata cómo fue la recuperación de la identidad de 13 nietos y nietas, en el marco de la búsqueda que las Abuelas de Plaza de Mayo emprendieron hace 46 años. Editado por Analía Argento y Mariana Zaffaroni Islas, con ilustraciones de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, la publicación busca dar a conocer esas semblanzas con la premisa de que es "el primer paso para encontrar a los que faltan". Mariana relata su historia en primera persona; y también está contada la de Sabrina. La presentación será mañana, a las 20, en el auditorio Angélica Gorodischer del Centro Cultural Fontanarrosa, en el marco de la Feria del Libro Rosario. Participarán Analía Argento y  Valenzuela Negro, en un diálogo con Sonia Tessa, periodista y editora de Rosario/12.

Para situar las historias, el libro relata que "durante la última dictadura militar, además de desaparecer a opositores, sindicalistas, docentes, trabajadores, estudiantes -sí, estudiantes de tu misma edad-, los integrantes de las Fuerzas Armadas armaron maternidades clandestinas. Ahí 'guardaban' a las secuestradas embarazadas y las mantenían vivas hasta que nacían sus bebés. Luego se los quedaban o se los entregaban a conocidos o amigos. Desde hace 46 años las Abuelas de Plaza de Mayo buscan a esos bebés y niños. Ya resolvieron 137 casos. ¿Faltan 300? ¿400? El número exacto no se sabe".

E invita a conocer más. "¿Sabías que hay desaparecidos que aún pueden aparecer y volver con sus familias? Son las nietas y los nietos que buscan las Abuelas de Plaza de Mayo"; "¿Te imaginás descubriendo que tu mamá y tu papá no son quienes pensás? ¿Que hay una familia que te busca? ¿Que tenés otro nombre y hasta tu fecha de cumpleaños es distinta?". 

Sabrina Gullino Valenzuela Negro agrega que la publicación reúne relatos de nietos y nietas que recuperaron su identidad en diferentes épocas -de niños, adolescentes o adultos-; y que a su vez, son de diferentes regiones: "Además de los textos, la historieta aparece en el libro como recurso pedagógico. "Tiene diferentes modos de lectura, es como un multiformato. Se inscribe como en una búsqueda más actual para poder pensarlo como un puente intergeneracional. La lectura es el relato, una narración con escritura muy hermosa, porque se trabajó desde las emociones e historias de vida; hay otra entrada al texto que es a través de la novela gráfica, porque todas las historias tienen una página entera dedicada a alguna escena importante en la vida de los protagonistas, que se trabajó en el formato de novela gráfica, historieta. También hay recursos estéticos que son más gráficos; y hay ingresos a música o libros que recomiendan los protagonistas, links y hasta qr para completar esas historias".

Al mismo tiempo, destacó que "Marea es una editorial muy comprometida con los derechos humanos y tiene un fuerte compromiso social también. Este libro fue pensado para dar la disputa por los sentidos de la historia, apuntando al público joven, y a docentes, como recurso pedagógico. Es como un artefacto cultural, tiene toda esa potencia de pensar desde el hoy esta problemática, porque todavía se sigue buscando a unas 300 personas que están con su identidad incompleta, que son los nietos y las nietas de las Abuelas, entre ellos mi hermano mellizo".

El libro, además, apunta a "recuperar la lucha de las Madres y las Abuelas, y su legado"; y por otro lado, a "contar la problemática de la identidad con historias distintas, un relato que permite complejizar algo tan profundo como es la identidad"; y a "seguir esa búsqueda, que es como una botella que se tira al mar. Es, de alguna manera, una denuncia que está vigente y mantiene encendida esa necesidad de abrazarnos hasta con el último nieto o nieta que estamos buscando", señala la ilustradora.

En el contexto actual, para Sabrina, el libro "aporta a la visibilización del proceso de memoria, verdad y justicia, en este contexto tan hostil, sobre todo para las personas que somos sobrevivientes del genocidio y seguimos buscando. Sabemos que nuestros nietos, nuestros hermanos apropiados, están en algún lado y los vamos a seguir buscando".

Algunas de las historias

"¿Cómo fue enterarse de pronto que su mamá y su papá no eran los que creían?", fue una de las preguntas para esos nietos y nietas que cuentan su historia en el libro. La mitad de los capítulos los escribió Mariana, que antes se llamaba Daniela, la otra mitad Analía, que es periodista y tiene su tío desaparecido. Sabrina hizo las ilustraciones, ella también es nieta restituida y sigue buscando a su mellizo que todavía no apareció, señala la publicación que en la portada de cada capítulo tiene el número de restitución de ese nieto o nieta.

"Ximena Vicario Gallicchio es hija de Stella Maris Gallicchio y Juan Carlos Vicario.
Los tres desaparecieron el 5/2/1977. Ximena nació el 12 de mayo de 1976. Al desaparecer tenía 9 meses. En 1982 fue encontrada por Abuelas de Plaza de Mayo. Se le restituyó su identidad el 3 de enero de 1989", dice el inicio de la historia de la nieta de Darwinia Rosa Mónaco de Gallicchio, su abuela materna.

"Mariana Zaffaroni Islas nació en Buenos Aires el 22/3/1975. Es hija de Jorge Zaffaroni
y María Emilia Islas, ambos uruguayos. El 27 de septiembre de 1976, los tres fueron secuestrados en su casa de Vicente López, provincia de Buenos Aires. Sus padres permanecen desaparecidos. Mariana fue anotada como hija propia por un agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE)", comienza otra de las historias, en este caso, de una de las autoras, que habla en primera persona: "Yo tenía un año y medio cuando mi vida se partió en dos", expresa.

"Sabrina Gullino Valenzuela Negro es hija biológica de Raquel Negro y Edgar Tulio Valenzuela, secuestrados en enero de 1978. Nació en marzo de ese año en Paraná. Su mamá dio a luz mellizos. El varón sigue desaparecido", inicia el relato sobre la historia de la ilustradora del libro, que recuperó su identidad en 2008 y desde entonces busca a su hermano. "A diferencia de otros nietos, el día que Sabrina recuperó su identidad, no la recuperó completa. Le falta una mitad", señala otro tramo de su historia. Y agrega: "Muchas veces Sabrina lo dibuja. Su mayor deseo es encontrar al mellizo real. Y no es solo el suyo. Lo buscan también sus hermanos Sebastián y Matías, y su hermana adoptiva Carla. Lo esperan pensando cuántos otros hermanos traerá el melli con él".