Al igual que en las últimas movilizaciones, la columna de la Provincia de Buenos Aires concentró a los manifestantes bonaerenses en la plazoleta de Lima y Avenida de Mayo. Allí estaba Patricia, una mujer de 71 años que en su mano sólo tenía una bandera argentina. Ella viajó desde Ensenada, junto a la militancia del intendente Mario Secco, e inundada por las lágrimas, alcanzó a decir a BuenosAires/12: "Toda mi vida me la pasé trabajando pero nunca imaginé semejante pesadilla, ni al peor enemigo le deseo lo que sufrimos aquellos que lo único que queremos es vivir en paz después de décadas de sacrificio".
A las 11 de la mañana los diputados todavía no habían aprobado el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria que disponía una suba de los haberes jubilatorios y una nueva fórmula, pero la gente ya estaba en la calle desde primera hora para reclamar por ello. La Patria es el Otro fue la primera agrupación en llegar, desplegar sus banderas y cantar sus canciones, con el himno nacional y la marcha peronista como referencias. Minutos más tarde, agrupaciones como Peronismo de la Soberanía, Quilmes con Axel, Movimiento de Trabajadores Organizados, La 13 de abril, Descamisados y demás, engrosaron la columna bonaerense, que detrás de una bandera que decía "la patria no se vende", descendió por Avenida de Mayo, directo hacia el Congreso.
El primer dirigente que se integró a la columna fue la mano derecha del gobernador Axel Kicillof, Carlos Bianco. El ministro de Gobierno fue quien tomó la posta con respecto al tema de los jubilados, cuando en nombre del Estado bonaerense apuntó de lleno contra el Gobierno nacional por las decisiones de Javier Milei y su equipo. Luego de agruparse junto a los manifestantes, después de abrazar a señoras emocionadas y sacarse decenas de fotos, el ministro dialogó con este diario.
"El veto del Presidente implica una caída importante en el salario y el bolsillo de los jubilados, sobre todo de aquellos que tienen la mínima, y a los cuales la nueva formula les permitiría al menos no seguir perdiendo poder adquisitivo, como ha ocurrido en casi un 20 por ciento", remarcó el ministro, y amplió: "Repudiamos el veto y pedimos a los diputados que lo deroguen, aunque ahora parece que hay algunos legisladores radicales que van a dar vuelta su voto, cosa casi inexplicable, porque al igual que el PRO, viran sus expresiones de un sentido a otro y no sabemos si eso responde a algún tipo de apriete o a algún acuerdo espurio".
Luego de asegurar a BuenosAires/12 que "da mucha bronca, indignación e impotencia cada una de las represiones", porque "somos una sociedad pacífica", que reclama de "manera tranquila" ya que así lo asiste el derecho constitucional", Bianco remarcó que este Gobierno "no sólo ajusta, sino que reprime", acciones que "develan dos caras de un mismo proceso, que es el que llevan adelante los gobiernos neoliberales". El funcionario sostuvo que más allá que la perdida del 20 por ciento del poder adquisitivo en los jubilados "implica un impacto muy fuerte en sus vidas cotidianas", aseguró que desde el Estado provincial seguirán trabajando para que el pago del IPS "se mantenga en tiempo y forma", además de que mantendrán el reclamo en la Justicia "para que el Gobierno nacional transfiera los fondos de las cajas que no traspasó".
Tras hablar con este medio, Bianco marchó junto a la columna, y mientras cantaba las canciones, con una mano hacía la V, pero en la otra tenía el celular. Estaba en permanente comunicación con Kicillof, que estaba llegando a la Capital Federal cerca del mediodía. Kicillof ingresó por la esquina de San José y Avenida de Mayo y se sumó a la columna bajo una lluvia de aplausos.
Si bien la gente lo invadió con el hit "Axel presidente", él sólo cantó que "la patria no se vende". Luego de marchar hasta chocarse con la plaza de los dos congresos, Kicillof se corrió a la vereda para sacarse fotos con el público. Los gritos eran de agradecimiento y los llantos de emoción. Una veintena de guardaespaldas ordenaron a la gente para que se sacaran sus selfies, y si bien este diario no llegó a charlar con el gobernador por la marea humana que lo separaba, sí se conoció su posición, ya que minutos después de retirarse, escribió un posteo en X.
"Ni a través del veto, ni con violencia y represión, vamos a permitir que ataquen y castiguen a nuestros jubilados y jubiladas, porque no podemos aceptar que una vez más sean el blanco de la desigualdad y del daño", escribió el gobernador, y agregó: "Lo que dejó claro Milei es que la motosierra no estaba dirigida a la casta, sino a la clase media, los trabajadores y los más vulnerables. Esto no es un problema de si hay o no hay plata, sino para qué se usa y a quién beneficia. Como Gobierno tenemos la responsabilidad y la obligación de acompañar a quienes más lo necesitan".
Luego de sacarse una foto con el gobernador, Miguel dijo a BuenosAires/12 que "es digno de elogiar que haya representantes que se movilicen con el pueblo". Él tiene 69 años, y a lo largo de su vida siempre trabajó en distintas fábricas. Sin embargo, aseguró que las medidas de Milei lo "están matando", porque por lo poco que cobra tuvo que "dejar de ir a la carnicería". "Si no fuera porque mi hija me ayuda, cosa que me da vergüenza también, yo no sé ni cómo pagaría las boletas", dijo acongojado, y cerró: "Lo único que deseo es que las generaciones venideras dejen de sufrir todo lo que nos tocó a nosotros".
A metros de subirse a su Volkswagen Vento azul, el propio Bianco frenó a Kicillof para que levantara la cabeza. Desde el balcón de un primer piso de la esquina de San José e Hipólito Yrigoyen, una anciana movía sus brazos a modo de saludo, mientras su acompañante la acomodaba en su silla de ruedas. Si bien la de este miércoles no fue una movilización tan masiva como la del rechazo a la Ley Bases, se acercaron dirigentes como la jefa de asesores bonaerense Cristina Álvarez Rodríguez, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, el ministro de Economía, Pablo López, el titular de Infraestructura, Gabriel Katopodis, y la ministra de las Mujeres y Diversidad, Estela Díaz. También estuvieron el director de ARBA, Cristian Girard, e intendentes como Jorge Ferraresi de Avellaneda, Mario Secco de Ensenada, y Fabián Cagliardi de Berisso, entre otros.
Estela Díaz dialogó con este diario, y dijo que es importante acompañar la movilización por dos motivos. Primero para denunciar el veto contra "una movilidad jubilatoria que no era un derroche de riquezas, sino apenas un poco de compensación a la enorme pérdida de poder adquisitivo que han tenido jubilados y jubiladas". Y segundo, porque según la funcionaria, "esto también es una alerta, ya que se sabe que el Gobierno nacional quiere volver a privatizar el sistema provisional y quiere eliminar la moratoria previsional".
La ministra de las Mujeres y Diversidad explicó que esas políticas han sido "de enorme inclusión para las mujeres en la vejez", lo que la convertía en "una medida con una profunda característica de igualdad de género, ya que en esa medida estuvieron incluidas mujeres en un 80 por ciento, porque somos de las más afectadas por la informalidad laborar y el trabajo no remunerado". La funcionaria, que advirtió que "para defender los derechos conquistados hay que estar en la calle", se refirió a la represión y dijo que es "profundamente dolorosa", porque quienes la llevan a cabo "son rencorosos y se regodean en la crueldad".
"Hambre y palo para nuestro jubilados, esa es la receta de este Gobierno nacional que es muy siniestro y genera mucho dolor", apuntó la ministra, que remarcó que el veto a la ley de movilidad jubilatoria "golpea especialmente en las mujeres de la tercera edad, que son el sector con menores ingresos", y que con ello "también demuestran el desprecio por el derecho de las mujeres y de las jubiladas".
Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, indicó a BuenosAires/12 que el Estado provincial decidió marchar "en defensa de los jubilados, a quienes Milei les roba los medicamentos, le mete la mano en los bolsillos y le saca la plata". "Kato", como es conocido entre sus compañeros, remarcó que "la represión marca que el Gobierno no tiene razones, porque si actúan con violencia es porque claramente no tienen argumentos, no saben dialogar, y tienen una idea de país bien chico y para unos pocos".
"Rechazar el veto y militar contra él es ponerle un freno al ajuste, porque más allá de que sea cuál sea el resultado de la votación, es un momento para estar y así debemos hacerlo, poniendo la cara y dando el cuerpo para salir en defensa de los jubilados, que fueron laburantes de nuestra Argentina, que se rompieron el alma trabajando y merecen vivir mejor", sentenció el ministro.