Al regreso del viaje más extenso y agotador de su pontificado, una travesía de 32.814 kilómetros, en la que recorrió cuatro países de Asia y Oceanía durante doce días, el Papa Francisco tendrá un encuentro con los principales dirigentes de la CGT argentina. Hasta la residencia papal de Santa Marta llegará a primera hora del próximo lunes una delegación encabezada por dos de los tres secretarios generales de la central obrera, Héctor Daer (sanidad) y Pablo Moyano (camioneros), a quienes se sumarán Maia Volcovinsky (judiciales), Marina Jaureguiberry (SADOP), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Rodolfo Daer (alimentación). Si bien durante sus años en el Vaticano el Papa ha recibido en distintos momentos a dirigentes sindicales en forma particular, ésta es formalmente la delegación de mayor nivel de representatividad del movimiento obrero organizado que se entrevista con Francisco en Roma.

La audiencia se venía gestionando desde hace tiempo, pero llega en un momento en que la relación entre la CGT y el gobierno de Javier Milei se encuentra en un punto de gran tensión dado que, aún en medio de algunos desacuerdos internos, la conducción sindical avanzó en solidaridad con otros sectores de la sociedad, como los jubilados y la educación, que también sufren embates de la administración de La Libertad Avanza (LLA), y cuando el gobierno acelera para aprobar una reforma a la legislación laboral.

Es conocido que más allá de sus obligaciones como máxima autoridad de la Iglesia Católica, Francisco no descuida lo que pasa en Argentina, sigue de cerca las informaciones y, en determinadas ocasiones, produce gestos de fuerte impacto político.

Un hecho de relevancia política ocurrió el pasado 12 de junio, cuando el Papa recibió a Juan Pablo Brey, secretario general de Asociación Argentina de Aeronavegantes y aceptó fotografiarse con el dirigente detrás de una bandera de Aerolíneas Argentinas en el momento en el que se debatía la posible privatización de la línea aérea en el marco de la llamada “ley bases”. Finalmente Aerolíneas fue quitada de la lista de las empresas a privatizar, pero en los últimos días, frente a los reclamos de los trabajadores por recomposición salarial, el tema de la posible privatización volvió a plantearse como una amenaza.

El 7 de agosto último en medio del escándalo generado por la visita de los legisladores de LLA a los genocidas presos en Ezeiza, el Papa recibió en la residencia de Santa Marta a Anita Fernández, hija de Ana María Careaga y nieta de Esther Ballestrino de Careaga, desaparecida durante un operativo clandestino cuya inteligencia previa había estado a cargo de Alfredo Astiz. “No aflojen, conserven la memoria” les dijo a sus visitantes en lo que se leyó como un respaldo a la lucha de los organismos que militan por la Memoria, Verdad y Justicia. 

Jorge Bergoglio recibirá ahora de manos de la dirigencia sindical un documento en el que se resume la posición de la CGT frente a la política económica del gobierno y en el que también se analizan las dificultades que enfrentan actualmente los trabajadores. Tampoco quedará al margen del diálogo con el pontífice la cuestión de la reforma laboral, uno de los temas que más preocupa a los sindicalistas. Habrá foto conjunta y eso ya implica un mensaje de orden político. Sin embargo, dado el nivel de representación de la delegación que llega desde Buenos Aires, se descuenta que no será apenas una visita protocolar.

Mientras fue arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio mantuvo una relación asidua con la dirigencia sindical, aunque en algunos momentos tampoco ahorró críticas al funcionamiento de las organizaciones obreras. En su magisterio desde Roma el papa Francisco ha reafirmado la importancia de los derechos de los trabajadores en el marco de la doctrina social de la Iglesia e insiste en su prédica en favor de los derechos de los pobres y los descartados por el sistema económico capitalista.

Con los movimientos populares y con Grabois

Pocos días después, el viernes 20, Francisco encabezará también en Roma, un seminario del que participarán representantes de movimientos sociales de todo el mundo y que se hará en conmemoración del décimo aniversario del encuentro que el Papa mantuvo en el 2014 en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) con estas mismas organizaciones. 

Fue en esa ocasión donde se popularizó el reclamo de “las 3T” (tierra, techo y trabajo) que Bergoglio incorporó luego como parte de su prédica social.

El simposio, cuyo título es “Plantando bandera frente a la deshumanización”, está organizado por el Dicasterio (ministerio vaticano) para el Desarrollo Humano y el Encuentro Mundial de Movimientos Populares (EMMP). Entre los participantes del evento se cuenta el dirigente argentino Juan Grabois, uno de los fundadores de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular), en este caso en su calidad de consejero del organismo vaticano que se ocupa en particular de las cuestiones vinculadas a la defensa de los derechos de pobres y marginados.

Además del Prefecto del dicasterio organizador, el cardenal Michael Czerny, estarán también el líder del Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil, Joao Pedro Stedile y la española Xaro Castelló, del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC).

Francisco tendrá la intervención central en el encuentro y además se presentará un libro que recoge los mensajes del Papa a lo largo de los últimos díez años de interlocución con los movimientos populares de todo el mundo.

Según los organizadores el simposio será “una buena oportunidad para reflexionar sobre el camino recorrido durante este tiempo con nuestros compañeros de todo el mundo, plantando la bandera de la justicia social y la paz en nuestra casa común”.

[email protected]