Quienes escriben ficción saben, quienes leen ficción saben, que suspender la incredulidad es condición de lectura, muy en particular si se trata de historias fantásticas o de terror. Hay géneros literarios que nos exigen más aún sostener ese pacto que nos desposee de incredulidad. Necesitamos creer a condición de que la historia no se vuelva ridícula. La ficción debe llegar a ser verdadera, no nec
2024 y el principio de incredulidad
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