La decisión de cinco diputados radicales de plegarse al veto de Javier Milei que dio por tierra al módico aumento a los jubilados en contra de la postura partidaria que redactó, impulsó y votó el proyecto movilidad jubilatoria en el Congreso, desató una feroz interna que podría terminar con la fractura del bloque de la UCR en la Cámara baja. Mientras que desde el Comité Nacional que preside Martín Lousteau y la Convención Nacional alineada con Facundo Manes piden desde la separación hasta la expulsión de los conversos, el jefe de la bancada Rodrigo de Loredo sostiene que no apartará a los díscolos del bloque.
La foto a la que se prestaron de los diputados radicales Martín Arjol (Misiones), Mariano Campero (Tucumán), Mario Cervi (Neuquén), Luis Picat (Córdoba) y José Tournier (Corrientes), junto a Javier Milei en la Casa Rosada fue la confirmación que dejarían atrás las convicciones partidarias para alinearse con el veto presidencial a la movilidad jubilatoria que la UCR impulsó en el Congreso.
La primera reacción fue una reunión de urgencia de la Mesa de la Convención Nacional de la UCR, que preside Gastón Manes, donde aprobaron un comunicado llamando a sus diputados a que sean “coherentes” y voten a favor de la movilidad jubilatoria con una fuerte advertencia de expulsión para los conversos. “En caso de un eventual incumplimiento a lo resuelto se dará inmediato traslado de lo acontecido al Tribunal Nacional de Ética de la UCR para el tratamiento de la conducta de sus afiliados que incurrieran en tal actitud”. El vicerrector de la UBA y referente de la corriente interna Evolución, Emiliano Yacobitti, calificó los calificó de “radicales con peluca” y sostuvo que en 2025 podrían ser candidatos libertarios.
La disputa interna se amplificó ayer en el recinto y en plena sesión. “Roma no paga traidores y tampoco los vota”, les advirtió Danya Tavela, cercana a Martín Lousteau. "No es (la defensa del veto) lo que bregamos en estas bancas y los que se sacan fotos (con Milei) devuelvan sus bancas. Tengan el coraje político de lo que hacen afuera sostenerlo acá adentro. Yo no voy a ser responsable de eso", dijo Pablo Juliano (referenciado con Manes).
“Este veto lo que hacía era generar que el Gobierno emita o siga endeudándose. Yo llegué a esta banca de la mano de Patricia Bullrich y Luis Petri (ahora ministros libertarios). En este recinto hay que dejar gobernar y no meter palos en la rueda”, gritó en defensa propia Campero, entre silbidos opositores, aplausos de los libertarios. “No voy a ser partícipe de una desestabilización de los kirchneristas que han perdido la memoria”, exclamó luego para justificar el cambio de su voto.
Lo que viene
“Los/las diputados y diputadas del bloque de la Unión Cívica Radical expresamos nuestro malestar y repudio con la actitud adoptada por cinco diputados integrantes de nuestro bloque que rompieron un acuerdo unánime y cambiaron su voto para acompañar el veto total del Gobierno a la Ley Previsional, causando así un daño sobre la credibilidad y ética de sus posiciones del radicalismo frente a la ciudadanía”, dice la misiva que Facundo Manes junto a otros diez diputados radicales le enviaron a De Loredo. “Por las razones expuestas –continúa el texto-- consideramos que es necesario un replanteo y un reordenamiento del Bloque de Diputados de la UCR, dejando que quienes han elegido otro camino lo transiten, y reafirmando los valores de identidad de nuestro espacio político”.
Fuentes cercanas al jefe de la bancada, sostienen que De Loredo no va a apartar a nadie del bloque: “No hacemos macartismo”, afirmaron. El radical cordobés saca cuentas propias y considera que la sacó barata: cinco deserciones y dos ausentes cuando un día antes las cifras ajenas le auguraban al menos una veintena de conversos entre sus dirigidos. Además de la renuncia del entrerriano Pedro Galimberti para asumir en la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande, que le ofreció el gobernador macrista Rogelio Frigerio. En su reemplazo asumió Nancy Ballejos (PRO) y los radicales perdieron otra banca.
Pero la resistencia de De Loredo no satisface a quienes quieren afuera a los conversos. "La posición es que acá nosotros no estamos echando a nadie, sino que ellos se han ido solos del bloque en el momento que tomaron la decisión de ir a sacarse la foto con Milei y actuar en contra de la estrategia del bloque", sumó luego Fernando Carbajal, uno de los firmantes de la carta junto a Manes.
Otros quieren ir a fondo. Así lo hizo saber la Organización de Trabajadores Radicales (OTR) que pidió la expulsión Campero, Arjol, Cervi, Picat y Tournier “por haber incurrido en inconducta partidaria y traición a los más elementales principios de la UCR. Estos personajes, que solo nos dejan en ridículo solo persiguen beneficios personales. Sin pensar que a los que dañan, en este caso, es a sus propios padres, madres y abuelos. Si a ellos nos les importa nuestros mayores, a nosotros si nos importan”, dice la nota firmada por su secretario general Luis Cerini y su adjunta Guadalupe Mias dirigida a la Convención Nacional partidaria.
Desde la Convención, su secretario general Hernán Rossi, dio su opinión a través de X: “De acuerdo a los Art. 8, 29 y 53 de la Carta Orgánica de la UCR, vamos a impulsar la suspensión preventiva de la afiliación de aquellos diputados que no apoyaron la decisión del partido de rechazar el veto presidencial a la Ley de Movilidad Jubilatoria, hasta tanto el Tribunal Nacional de Ética de la UCR juzgue su conducta”.
El bloque de diputados radicales cruje. “Que se rompa pero que no se doble”, dijo como testamento político el fundador de la UCR, Leandro Alem. Una frase que Raúl Alfonsín también utilizaba contra los oportunistas. La profecía que esta vez amenaza con cumplirse.