Pasadas horas de la represión desatada en los alrededores del Congreso, las redes sociales comenzaron revelar fotografías y videos que prueban claramente que la Policía Federal gaseó deliberadamente a una niña de 10 años que estaba con su madre sentada en medio del asfalto frente al Congreso y rodeada de manifestantes que intentaban protegerlas.
La evidencia que muestra a un policía arrojando gas pimienta en la cara de la pequeña echa por tierra todos los intentos de Javier Milei y su coro integrado por funcionarios y periodistas militantes que se esforzaron por instalar la versión de que ese hecho había sido “fabricado” por quienes salieron a protestar contra el blindaje que la Cámara de Diputados votó a favor del veto presidencial que evita un aumento en los haberes a jubilados y pensionados.
El escándalo de la niña reprimida por las fuerzas de seguridad había sido transmitido en directo. Varios canales de TV y medios alternativos captaron el momento en que ella, que estaba acompañada por su madre, no podía respirar ni abrir los ojos producto del gas pimienta. La mostraron inclusive mientras era atendida por los socorristas médicos que trabajaron en el lugar.
Los testigos aseguraron que la policía la había gaseado, pero en el fragor de la violencia desatada y las corridas, las transmisiones pasaron de largo la evidencia.
Cómo fue la agresión a la nena en medio de la represión
Las imágenes aparecieron después. En ellas se ve a la niña resguardando a su madre que estaba afectada por los gases y sentada en medio del asfalto frente a un pelotón de policías que quería avanzar. Varios manifestantes que las escudaban intentaron frenar la marcha hasta que un superior de la fuerza dio la orden y el atropello ocurrió.
Hubo gritos de advertencia: “Hay una nena, hay una nena”. Discusión, empujones y gas pimienta sobre las personas. Los policías siguieron avanzando en bloque hasta que uno de ellos se paró detrás de la mujer y la niña en el asfalto y las roció con gas la cabeza y la ropa de la mujer, y el rostro de perfil de la niña.
“Avancen, avancen”, ordenaban los demás integrantes de Policía Federal comandada por Patricia Bullrich. Inmediatamente después, los manifestantes llevaron hacia un costado a la niña que gritaba: “¡Má, má, má...!”.
Las operaciones de Milei, Bullrich y los trolls libertarios
Desde que la imagen de la niña gaseada y atendida por los socorristas comenzó a circular en las redes, medios nacionales y algunos internacionales, el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) inventó una versión para inducir la responsabilidad sobre los manifestantes.
El propio presidente Milei lo fogoneó al repostear una fake news con el siguiente mensaje: “Resulta que NO fue la policía quien tiró gas sino (SIC) fueron los mismos manifestantes que le tiraron la sustancia a la niña”. El posteo incluye un video confuso donde una persona de campera colorada arroja un polvo (que no se sabe qué es) contra la policía. En la escena no se ve a la madre con la niña.
Milei también posteó el mismo video con la versión de un medio partidario: “LN+ confirma que quienes le tiraron gas pimienta a la niña que estaba en la marcha fueron los propios kirchneristas, intencionalmente, para generar odio contra la policía”.
Luego, el ejército de trolls hizo lo suyo. Pero quien también intentó cambiar el eje del gravísimo ataque de la policía contra una pequeña de 10 años fue la jefa de esa fuerza, Patricia Bullrich, quien cargó las culpas sobre la madre de la víctima: “Madre irresponsable y violenta”, fue el título de un posteo que insiste con la insólita prohibición de que los niños no pueden participar de una marcha.
“Ahora dicen que la policía le tira gases a una nena”, escribió Bullrich, en una remake de la pollera corta o del “algo habrán hecho”.