Durante más de una semana, varias dotaciones de bomberos trabajaron para combatir distintos focos de incendios que se desataron en la Reserva Natural de la Defensa "La Calera", en la provincia de Córdoba. Luego de un arduo trabajo, los especialistas responsabilizaron a las Fuerzas Armandas porque "prácticas negligentes" habrían ocasionado el principio del fuego. Ante ésto, en las últimas horas, el Ejército anunció que inició una investigación interna para aclarar lo sucedido.
Entre los días 28 de agosto y 5 de septiembre, se desató un importante incendio en La Calera, que arrasó con alrededor de 1.500 hectáreas. El fuego se inició en la zona del polígono de tiro “Quebrada de la Cancha”.
Para esa misma fecha, coincidentemente, “se realizaron variadas actividades de instrucción y adiestramiento de distintos elementos” en la reserva militar. Fueron “distintas actividades operacionales, principalmente instrucción militar y aerocooperación, con lanzamiento de paracaídas”, según comunicaron las autoridades.
Sin embargo, en principio, desde la rama terrestre de las Fuerzas Armadas intentaron desapegarse del tema y no precisaron si el día 28 de agosto practicaron tiro en ese lugar. Los Bomberos, en cambio, aseguraron que esa jornada hubo entrenamientos con municiones.
“No tenemos confirmado que alguna actividad de instrucción haya sido el causante del fuego en ese día”, dijeron fuentes del Ejército.
También, se registró un segundo incendio en la reserva, que inició cerca del mediodía del jueves 5 de septiembre. Los bomberos declararon que la utilización de fumígeno para señalizar con humo el cierre de un entrenamiento de paracaidismo habría originado el fuego que se propagó rápidamente por la zona conocida como "La Mezquita", de acceso exclusivo de militares.
Esa mañana, “se realizaron actividades de aerocooperación (lanzamiento de veinte paracaidistas con equipo) del Comando de la 4ta Brigada Aerotransportada, empleando un avión de la Fuerza Aérea Argentina, en el sector de la zona de lanzamiento de paracaidistas”, confirmaron oficialmente desde el Ejército Argentino.
Y agregaron: “No podemos confirmar todavía el hecho del encendido por el fumígeno. Su utilización es un procedimiento de señalamiento de la zona de salto, también se usa para observar la dirección del viento, o con alguna otra finalidad, pero siempre es señalizar o transmitir alguna coordinación”.
Además, indicaron que todas estas actividades “se hacen con recomendaciones y controles que, a su vez, tienen un control al finalizar cada instrucción o ejercitación”.
Pese a las aclaraciones e intenciones de despegarse de toda responsabilidad, desde el Ejército informaron que "se iniciaron investigaciones internas buscando determinar si la actividad militar fue la causante del inicio de los incendios, lo cual hasta ahora no se pudo concluir".
El pasado 9 de septiembre ingresó un oficio judicial al Comando de la División de Ejército 2, que tiene responsabilidad guarnicional en los terrenos del Ejército. Hasta este jueves al mediodía no había novedades sobre las investigaciones a cargo de las fiscalías de instrucción Distrito 4 Turno 6, a cargo de Jorgelina Gutiez, y Distrito 4 Turno 2 que encabeza Horacio Vázquez.
En este contexto, fuentes judiciales insistieron en la alta probabilidad de que todo pase al fuero federal en los próximos días. El antecedente por una denuncia similar data de 2021: tras recurrentes incendios en 2020 en la reserva militar por presunto accionar de las Fuerzas Armadas, la investigación fue girada al fiscal federal Carlos Casas Nóblega, quien desestimó las acusaciones y archivó la causa.
En este caso, en tanto, de comprobarse que los bomberos advirtieron en tiempo y forma al personal del Ejército sobre el alto riesgo que significaba ejecutar prácticas que pudieran generar un foco ígneo, y que esas maniobras fueron la causa fehaciente de los incendios, la acusación de negligencia podría mutar a un dolo eventual.
En las últimas horas, además, la legisladora provincial Brenda Austin (UCR) solicitó al Ministerio de Seguridad que informe “si se formularon las denuncias penales correspondientes y se iniciaron conversaciones con autoridades nacionales para revisar las prácticas militares en la zona” donde ocurrieron los incendios en la Reserva Natural de la Defensa de La Calera.
Además, Austin pidió al Gobierno de Córdoba que brinde un informe detallado sobre la política de prevención y combate de incendios forestales, que pone el foco en la gestión del ETAC a partir de la transferencia de efectivos a las Guardias Locales municipales en el último año, la subejecución presupuestaria para el manejo del fuego y el abordaje de catástrofes.