La gira que promociona por algunas provincias, con entradas pagas y a la venta desde una plataforma digital para presentarse en show de canto e imposición de manos fue la gota que rebasó el vaso. Y ayer el Arzobispado de Rosario le soltó la mano, y el apoyo, a Leda Bergonzi, esta mujer que empezó atrayendo feligreses con sus oraciones en la catedral y derivó en reuniones multitudinarias en la ex Rural y con algún paso por Chile también, ya con fama de sanadora.

El arzobispo local, Eduardo Martín, firmó un comunicado referido al grupo Soplo de Dios Viviente, que dirige Bergonzi. Allí expresa que "prudencialmente se suspende cualquier actividad pastoral realizada en nombre de la Iglesia Católica" por parte de esa comunidad de oración. 

La autoridad clerical tomó distancia de los últimos pasos de la mujer y dijo que es "de su exclusiva responsabilidad las actividades y los espectáculos artísticos que ofrecen en distintos lugares, aún cuando se anuncie que se realizará imposición de manos, gesto que la Iglesia siempre reservó a los sacerdotes para comunicación con el Espíritu Santo".

La organización en torno a Bergonzi ha montado una gira por Buenos Aires, Lomas de Zamora, Avellaneda, Corrientes y Chaco, y ya no con entrada gratuita sino paga, a través de tickets que sus fieles deben adquirir en una plataforma de venta de espectáculos. 

Por eso el comunicado eclesiástico emitido ayer por la tarde cayó como balde de agua fría en los organizadores, que nunca desmintieron los poderes de curación que se le atribuyen a esta mujer en base a la fe de miles de personas.

La Iglesia, de esta manera, le retira el apoyo a Bergonzi y en su escrito declama que no se trata de una decisión intempestiva. En el comunicado que encabeza con palabras del Papa Francisco, el arzobispo asegura que tomó esta determinación "después de un tiempo prudencial de oración, escucha y discernimiento, habiendo realizado oportunamente las consultas necesarias y habiendo recibido el parecer del equipo de sacerdotes que acompañan esta experiencia".

Del escrito firmado por Martin se desprende que la curia venía observando de reojo la evolución del fenómeno Leda. Antes, había tenido controversiales opiniones sobre el origen del cáncer en las personas; luego, un productor que llegó a contratar un evento para que Bergonzi se presentara la tildó de estafadora, y ya con renombre nacional, en la mesa de Mirtha Legrand, hizo declaraciones equívocas sobre las personas trans.

Por eso ayer el arzobispo aclaró que "es de exclusiva responsabilidad de la señora Bergonzi y del grupo Soplo de Dios Viviente las declaraciones realizadas a través de los medios de comunicación". No obstante, cerró el comunicado ofreciendo "el acompañamiento pastoral y espiritual necesario" a esta mujer y a sus colaboradores y voluntarios. Pero a la vez les recordó que la Iglesia "les ofrece la predicación de la palabra de Dios, la gracia sacramental y el acompañamiento sacerdotal en cada una de las parroquias y comunidades eclesiales de esta arquidiócesis de Rosario".