Las callecitas de Buenos Aires son testigos cada atardecer de un ritual pagano. Personas de diferentes edades y condiciones parecen bailotear sutilmente por los contornos de los contendores. Comienza el ritual de la basura. Hay quienes solo miran, o quienes recogen algo, o quienes se zambullen para sacarle jugo. Esto ocurre en 2024, pero comenzó hace tiempo. Las gestiones de gobierno podrían juzgarse a partir de la relación de Pero en este nuevo y extremo embate del ajuste libertario, en cambio, la clase media se suma -de a poco y todavía son pocos- a la danza de la basura.