Rachele Mussolini, nieta del dictador italiano Benito Mussolini, quien hasta ahora formaba parte del partido de extrema derecha Hermanos de Italia (FdI, por sus siglas en italiano), decidió abandonar la fuerza política liderada por la primera ministra Giorgia Meloni para unirse a Forza Italia (FI), de tendencia conservadora.
La concejala de Roma considera que la formación de Meloni tiene posiciones demasiado extremistas en particular sobre los derechos civiles y se siente más cómoda en el partido fundado por el ex primer ministro Silvio Berlusconi y que ahora lidera el vicepresidente del Ejecutivo y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, informó este jueves el diario italiano Repubblica.
"Doy las gracias a FdI por haber creído en mí y haberme apoyado durante dos candidaturas, el afecto y la estima permanecen, pero para mí ha llegado el momento de pasar página y unirme a un partido que siento más cercano a mi sensibilidad moderada y centrista", expresó Mussolini a la agencia Ansa tras conocerse su decisión.
Diferencias con los ultras
La dirigente mantiene diferencias con los ultras de Meloni, como ocurrió en agosto pasado con la polémica en torno al carácter intersexual de la boxeadora argelina Imane Khelif y que calificó de una campaña denigratoria, según el diario. Khleif ganó la medalla de oro en los Juegos de París y, tras la retirada de su rival italiana Angela Carini, Meloni sostuvo que esa confrontación no se hizo en igualdad de condiciones.
Rachele también se había mostrado en el pasado contraria a mantener la llama tricolor, uno de los emblemas del Movimiento Social italiano, heredero del partido fascista de su abuelo, como símbolo de FdI.
La nieta del Duce
En junio pasado se había hablado de su posible candidatura a las elecciones europeas, que finalmente no se concretó por decisión propia. En declaraciones al medio Corriere della Sera, aseguró que, aunque se sentía orgullosa de su apellido habría sido inevitable que se hablara de ella únicamente como "la nieta del Duce" si se presentaba como candidata.
Rachele Mussolini, nacida en 1974, es hija del músico de jazz Romano Mussolini y la actriz Clara Puccini, con quien mantuvo una relación extramatrimonial. Es hermanastra de Alessandra Mussolini, exparlamentaria europea, quien nació del primer matrimonio de su padre.
A pesar del apellido tan conocido como pesado para la política italiana, Rachele siempre ha tratado de construir una carrera autónoma. "Aprendí desde niña a convivir con ello. En la escuela me señalaban, pero luego surgió Rachele. Y la persona prevalece sobre el propio apellido", señaló Rachele en declaraciones recogidas por Il Messaggero. Su nombre, que es también el apellido de su abuela, Donna Rachele, esposa del fascista, lo considera un gran regalo recibido de su padre.
Rachele Mussolini comenzó su carrera política como consejera municipal en Roma, siendo elegida en 2016 en una lista cívica que respaldaba a Giorgia Meloni, durante la gestión de la alcaldesa Virginia Raggi, del Movimento 5 Stelle. Posteriormente, se unió al FdI, liderado por Meloni. En las elecciones municipales del 3 y 4 de octubre de 2021, fue reelegida con un amplio respaldo, obteniendo más de 8.200 votos, lo que la convirtió en la candidata con mayor cantidad de sufragios al Consejo Municipal de la capital. Este resultado consolidó su posición política dentro de la administración romana.
La dirigente romana siempre ha puesto el foco en temas locales, particularmente en mejorar la calidad de vida de su ciudad, así como en políticas sociales y el apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad, según informó Il Messaggero. También ha intervenido frecuentemente en cuestiones vinculadas a la memoria histórica, intentando mantener una postura alejada de las ideologías pasadas relacionadas con el fascismo.