Por primera vez en las dos semanas que lleva detenido en Misiones por una causa de tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil, el ex diputado libertario Germán Kiczka solicitó declarar y elevó el pedido por intermedio de su abogado defensor, Gonzalo de Paula. De esa forma, en la mañana de ayer jueves un fuerte operativo policial lo trasladó los 50 kilómetros que separan la Unidad Penal VIII de Cerro Azul donde está alojado del Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles que lleva adelante una investigación en la que también está imputado y con prisión preventiva su hermano mayor Sebastián. Kiczka llegó a sede judicial con casco, chaleco antibalas y las manos esposadas.

Según fuentes allegadas a la causa, Germán Kiczka declaró ante el juez Miguel Ángel Faría durante tres horas, lapso en el que se habría negado a responder la mayoría de las preguntas efectuadas. En su monólogo, el menor de los hermanos detenidos se desentendió de una de las computadoras secuestradas en los allanamientos, particularmente la que contenía cientos de archivos de abuso a menores de edad, incesto y zoofilia y, según distintos indicios, se le atribuye a él.

Además, y siempre según la misma fuente, el ahora exlegislador misionero se reconoció consumidor de material pornográfico, aunque negó que el mismo sea sobre menores de edad. En ese sentido, explicó que los archivos que ahora lo comprometen fueron descargados en dispositivos electrónicos sin conocer el contenido de los mismos hasta que los abrió.

Por otro lado negó haber estado prófugo, tal como sucedió durante la semana en la que se desconoció su paradero una vez que fue librado el pedido de captura. Su explicación fue que había decidido alejarse del “asedio de los medios”. Como se sabe, Kiczka fue encontrado en una construcción a medio terminar del camping municipal de Loreto, provincia de Corrientes, a 200 kilómetros de la localidad de Apóstoles que habitaba.

Algunos creen que la voluntad de Germán Kiczka a declarar se relaciona íntimamente con el mismo día en el cuál la Cámara de Representantes de Misiones votó su expulsión del cuerpo legislativo que integraba desde 2021, cuando fue electo edil provincial por el partido Activar. Después de un proceso más demorado de lo posible (y que incluso diversas etapas, entre ellas el desafuero y la creación de una comisión investigadora), Kiczka se convirtió formalmente en exdiputado en la tarde de ayer, cuando los 38 parlamentarios presentes en la sesión votaron esa moción por una unanimidad.

Sorprendió la ausencia en el recinto de Pedro Puerta, líder político de Activar, partido que comenzó integrando el frente de Juntos por el Cambio pero luego decidió aliarse con La Libertad Avanza, tal como certifican incluso fotografías que encuentran tanto a Kiczka como a Puerta reunidos en Casa Rosada con el jefe de prensa de Presidencia, Eduardo Serenellini, hace no mucho tiempo atrás, precisamente el 1º de agosto. Ahora nadie quiere hacerse cargo de los vínculos con el malogrado libertario, ni siquiera su propio jefe político, quien negó en entrevistas la conocida relación personal que había entre ambos y se mantiene recluido en su casa.

“Actuamos con la prudencia que el tema requiere, que no es sinónimo de dilación, sino de rapidez”, dijo la legisladora oficialista Anazul Centeno, presidenta de la denominada Comisión Especial de Investigación y Evaluación de la Conducta del Diputado Germán Kiczka, aunque en rigor de verdad la Cámara de Representantes de Misiones tomó acciones recién en agosto, cuando la causa entró en la agenda periodística nacional, aunque la investigación ya tenía movimientos dignos de ser atendidos desde febrero, mes en el que fueron allanados varios domicilios de la familia Kiczka, entre ellos el del ahora ex diputado.

Además, Centeno deslizó que “algunos responderán penalmente, otros políticamente”. La legisladora pertenece al Frente Renovador de la Concordia, el oficialismo que gobierna la provincia desde 2003, partido que tiene su propia batalla no solo con Activar, sino especialmente con la familia Puerta, especialmente por la disputa que Ramón mantiene con Carlos Rovira, el verdadero conductor de la provincia. Toda esta causa también sirvió para sepultar las ambiciones de Pedro, hijo del ex gobernador y también presidente por dos días, quien buscaba competir contra el rovirismo pero acabó chocándose de frente con un aparato granítico y hasta ahora invulnerable.