El Papa Francisco se refirió a la posibilidad de viajar a la Argentina, su país natal. Lo hizo tras regresar Roma desde Asia y Oceanía, al culminar la gira más extensa de su pontificado.

 “Me gustaría ir, es mi pueblo, pero aún no está decidido”, declaró Jorge Bergoglio a los periodistas. “Primero hay que resolver varias cosas”, añadió sobre una visita al país que dejó en marzo de 2013 para el cónclave en el cual fue electo papa. Nunca volvió desde entonces a la tierra que lo vio nacer.

La pregunta sobre un viaje de Francisco a la Argentina es una constante desde que se convirtió en el líder espiritual de casi 1200 millones de personas. Y que se repite conforme pasan los años y ese viaje no se realiza. El propio pontífice ha remarcado varias veces su deseo de viajar.

De hecho, en enero de este año, en una entrevista a la televisión italiana, planteó a posibilidad de ir a América del Sur en el segundo semestre de 2024. No parece que se cumpla esa idea.

Atento a los vaivenes de la política argentina, Bergoglio siempre trató de que un viaje pastoral no se mezcle con las rencillas de turno en el país. Incluso se llegó a asegurar que no vendría en un año impar, por ser año de elecciones, para no enturbiar el panorama.

Se sabe que el Papa sigue con atención lo que ocurre en el país y que no ve con buenos ojos el ajuste de Javier Milei. Sin embargo, dejaría eso de lado para volver al país. Pese a esas cuestiones, hay otra que dificulta sus planes: la dolencia que lo aqueja en una rodilla, y que lo obliga a moverse en silla de ruedas. Según comentó el jefe de la Iglesia Católica, los médicos no recomiendan operar.

Último día en Singapur

El papa Francisco emprendió este viernes el regreso al Vaticano tras 12 días de visitas a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Arribó en horas de la tarde a Roma.

El despegue del vuelo de Singapore Airlines a las 6.25 hora italiana marcó el final del 45º viaje Apostólico del Papa, el más largo desde el inicio de su pontificado. En el aeropuerto Changi de Singapur, Francisco fue recibido por el ministro de la Cultura, la Comunidad y la Juventud en la sala "Dendrobium" del aeropuerto, donde habló brevemente antes de embarcar en el vuelo de más de 12 horas.

Antes de entrar en el avión, muchas personas le saludaron, algunas le pidieron una selfie y otras le regalaron un libro. Estaba previsto también que, como es habitual, respondiera a las preguntas de los periodistas durante el vuelo. La última cita de su jornada en Singapur fue el encuentro interreligioso con jóvenes en el Catholic Junior College.

Con los jóvenes

En su última actividad en Singapur, Francisco mantuvo un encuentro con la juventud de Singapur en el auditorio del Catholic Junior College en el final de su gira por Asia y Oceanía, donde los instó a salir de las zonas de confort, porque "engordan". El Papa improvisó el discurso en un encuentro multirreligioso antes una multitud de jóvenes y les habló también de "las críticas de salón" o la tecnología.

"Una juventud tiene que ser crítica. Un joven debe ser crítico, pero tiene que ser constructivo en su crítica porque hay una crítica destructiva, que critica mucho pero no hace un camino nuevo", fue una de las reflexiones que transmitió el Sumo Pontífice.

De acuerdo con la crónica del sitio Vatican News, el Papa afirmó ante la platea juvenil: "Ustedes, jóvenes, deben tener el coraje de construir, de avanzar y de salir de las zonas de confort. ¡Un joven que elige hacer siempre su vida de forma 'cómoda' es un joven que engorda!".

"Pero no engorda su barriga, ¡engorda su mente! Por eso digo a los jóvenes: ´¡Arriésguense, salgan! ¡No tengan miedo! El miedo es una actitud dictatorial que te paraliza", los alentó el Sumo Pontífice.

También animó a la multitud a aprender de los errores: "Me equivoqué porque empecé a caminar y me equivoqué en el camino. ¿Y qué es peor, cometer un error porque doy un paseo o no cometerlo porque me quedo encerrado en casa?", indicó Francisco, quien suele apelar a reflexiones de índole religiosa pero también, filosóficas e incluso, claramente políticas. 

Gaza y Venezuela

Durante el vuelo de regreso, el Papa habló con la prensa y se refirió a la guerra en Medio Oriente. Definió como "horrible" el bombardeo de escuelas bajo la "presunción" de que se atacaba así a miembros de Hamas.

"Lamento tener que decir esto, pero no creo que estén dando pasos para hacer la paz", dijo Francisco sobre un conflicto que lleva once meses. Contó que habla por teléfono con miembros de una parroquia católica en Gaza "todos los días" y "me cuentan cosas horribles, cosas difíciles".

"Por favor, cuando ven los cuerpos de los niños asesinados, cuando ven que, bajo la presunción de que algunos guerrilleros están allí, se bombardea una escuela, esto es horrible", añadió el pontífice. 

Consultado sobre la situación en Venezuela, afirmó que “el mensaje que doy a los gobernantes es el de dialogar y hacer la paz”, en el marco de las denuncias por fraude en las elecciones que marcaron una nueva reelección de Nicolás Maduro. “Las dictaduras no sirven de nada y acaban mal, tarde o temprano”, agregó Jorge Bergoglio, quien cerró con un llamado a que “el Gobierno y el pueblo hagan todo lo posible por encontrar un camino de paz en Venezuela”.