La Copa Davis, el torneo por equipos más relevante del mundo del tenis, modifica el ánimo de un momento para el otro. Un partido, una victoria, una caída o un infortunio pueden cambiar el panorama por completo. Los cambios del capitán Guillermo Coria, que había fallado en la estrategia durante la derrota por 2-1 en el debut ante Canadá, hicieron que la Argentina pasara de la muerte a la esperanza en apenas un puñado de días.
El conjunto nacional estaba obligado a vencer a Gran Bretaña, en la segunda fecha de la zona D de la fase de grupos en el AO Arena de Manchester, sobre cancha dura bajo techo, para mantener la ilusión de clasificarse entre los dos primeros que sacarán pasaje a los cuartos de final en Málaga, que albergará en noviembre la instancia definitoria.
La mano del capitán, que acumulaba algunos yerros en términos estratégicos, otorgó los frutos necesarios para alimentar el sueño: entró Tomás Etcheverry (34°), en reemplazo del número uno del plantel Sebastián Báez (26°), y ocupó el single dos, mientras que Francisco Cerúndolo (31°) pasó a ser la primera raqueta de la formación. ¿El resultado? Ganaron ambos y sentenciaron la serie ante los británicos, de visitante y en condiciones adversas.
En la apertura de la jornada Etcheverry sorteó unos primeros pasajes de nerviosismo y destrabó el desarrollo para ganar un partidazo por 6-2 y 7-5 ante el experimentado Daniel Evans, en el que representó el primer triunfo del platense de 25 años en partidos coperos por los puntos.
A continuación Cerúndolo, acaso el más explosivo de los tenistas argentinos de la actualidad, exhibió su potencial modo top 10 y le ganó por 7-6 (4) y 7-5 a Jack Draper, la figura de los locales, flamante número 20 del ranking ATP y reciente semifinalista del US Open -había descansado en la primera serie ante Finlandia-.
Más tarde Argentina dejó pasar una posibilidad factible que sentenciar el 3-0 y sumar un punto más en un eventual desempate en la pelea por la clasificación: sin el doblista número uno del mundo Horacio Zeballos, distanciado del capitán tras su ausencia en los Juegos Olímpicos, la dupla conformada por Andrés Molteni (30°) y Máximo González (34°), quienes habían descontado en la primera serie con los canadienses, cayeron 6-3 y 7-5 frente a la pareja de Neal Skupski y el propio Evans.
Argentina disputará su tercera y última serie del grupo este sábado ante Finlandia, que llegó a Manchester sin Emil Ruusuvuori, su mejor raqueta, y viene de perder sus dos cruces en lo que va de la semana copera: 2-1 ante los británicos y 3-0 contra Canadá. Una vez finalizada la actividad del grupo -el domingo se medirán Canadá y Gran Bretaña-, los dos mejores equipos se clasificarán a la fase final de noviembre en Málaga -de cuartos de final en adelante-, una instancia en la que Argentina no actúa desde la edición de 2019.
Las posibilidades del conjunto nacional de volver a estar entre los ocho mejores equipos del mundo permanecen intactas. Si consigue un triunfo contra los finlandeses y Canadá supera a los británicos, entonces los conducidos Coria sacarán pasaje en Málaga. En caso de haber una victoria de los locales habría triple empate y entrarán a jugar otros factores: cantidad de partidos, sets y games ganados.