"Sin pan y sin trabajo es el primer cuadro de tema obrero con intención de crítica social en el arte argentino. Desde el momento de su exhibición ha sido una pieza emblemática del arte nacional: comentado, reproducido, citado y reapropiado por sucesivas generaciones de artistas, historiadores y críticos hasta la actualidad". Así se refiere la experta Laura Malosetti Costa al cuadro de Ernesto de la Cárcova en la web del Museo Nacional de Bellas Artes.

La pintura, un óleo sobre tela de 125,5 x 216 centímetros, realizada en 1894, se coló en las últimas horas en el debate político. La expresidenta Cristina Fernández lo mencionó en su charla de este viernes en Merlo. Allí dijo que es el cuadro que más le gusta del Bellas Artes y que es una obra de denuncia de un período que alaban los liberales argentinos: la Argentina de la Generación del '80.

La expresidenta criticó a Javier Milei por hablar sobre la historia argentina como "un paraíso perdido" en la que "hace 100 años éramos potencia". Adujo que "Milei ha creado la imagen de un paraíso perdido que no resiste a la más mínima historia comparada" y recordó que durante el gobierno de Julio Argentino Roca, en 1904, los médicos que revisaron a la población en el debut del servicio militar obligatorio y encontraron que "el estado de salud de la sociedad argentina era calamitosa". Asimismo, apuntó que la situación de la clase obrera de la época era "catastrófica".

Fue la etapa del Infome Bialet-Massé sobre el estado de las clases obreras en la Argentina, una etapa descripta por De la Cárcova en el cuadro que muestra a un matrimonio, ella amamantando, sin comida y con herramientas de trabajo sobre la mesa. 


Un cuadro naturalista

Malosetti Costa recuerda que el cuadro fue pintado al regreso del viaje de estudios del artista en Turín y Roma, "donde había comenzado su ejecución antes de partir. Allí dejó al menos un boceto en obsequio a Pío Collivadino, el artista argentino que a su llegada ocupó el taller que De la Cárcova dejaba en la Via del Corso 12".

Añade la experta en historia del arte: "El cuadro responde a un estilo naturalista y a una temática que tuvieron una importante presencia en los salones europeos de los años finales del siglo XIX: grandes pinturas resueltas en tonos sombríos que desplegaban escenas dramáticas de miseria y de los contemporáneos conflictos sociales urbanos".

De la Cárcova, que regresó con prestigio de Europa, "se presentó al regreso en el segundo Salón del Ateneo en Buenos Aires, tras haberse afiliado al recién creado Centro Obrero Socialista (antecedente inmediato del Partido Socialista, fundado dos años después)".

Conviene recordar que el orden conservador había quedado en entredicho con la crisis de 1890, que le costó la presidencia a Miguel Juárez Celman. A partir de esa crisis, "la inmensa afluencia de inmigrantes europeos que llegaban de Europa en busca de trabajo en Buenos Aires comenzaba a percibirse en forma conflictiva".

Malosetti Costa describe así la pintura: Hay algunos elementos de la composición y el tratamiento del tema que alejan a Sin pan y sin trabajo de las recetas naturalistas en favor de una mayor expresividad crítica, transformándolo en un cuadro de ideas: la posición inestable y el alargamiento de la espalda del obrero, la inclinación de la silla en que se apoya y de la mesa (que no responden a un esquema riguroso de perspectiva) generan tensión hacia el gesto de la mano que aparta la cortina y centra la atención sobre la escena que se desarrolla en la veduta del fondo. Allí puede verse un conflicto entre obreros y guardias a caballo, frente a una fábrica cerrada e inactiva. El plano inclinado de la mesa vacía, plenamente iluminado, presenta también un foco de interés en el que se destacan las herramientas, inútiles. La figura de la mujer con el niño en brazos, a la derecha de la composición, con un regazo extraordinariamente amplio y una expresión vacía en el rostro, funciona como contrafigura de la tensión dramática del obrero".

Pintura for export

El cuadro fue destacado por la prensa porteña al exponerse en el Salón de 1984. Diez años más tarde, fue enviado a la Exposición Universal de Saint Louis, en Estados Unidos, en la que recibió el Gran Premio, la máxima distinción.

De la Cárcova, que vivió entre 1869 y 1927, "dedicó buena parte de sus esfuerzos a la docencia y la gestión pública en diversos ámbitos (fue concejal, miembro de la Academia y de la Comisión Nacional de Bellas Artes, Patrono de Becarios en Europa, etc.)", cuenta Malosetti Costa. Cuatro años antes de su muerte fundó la Escuela Superior de Bellas Artes que hoy lleva su nombre.

Hace pocos días, el periodista Hugo Alconada Mon, para desmitificar la presunta bonanza de la Argentina del Centenario que pregona Milei, recomendó ir al Bellas Artes para ver un cuadro representativo de la época. Se refería a Sin pan y sin trabajo

El 10 de junio de 2015, justo seis meses antes de dejar la presidencia, Cristina Fernández de Kirchner recorrió junto con la ministra de Cultura, Teresa Parodi, y la directora del Bellas Artes, Marcela Cardillo, la muestra "La mirada interior", del artista plástico Eugenio Cuttica, guiadas por el artista. Ese día, CFK se fotografió al lado del cuadro de De la Cárcova.