Ana y los otros

2003

Presentada en competencia en un aún joven Bafici en 2003 y estrenada comercialmente tres años más tarde, Ana y los otros sigue a la protagonista (Camila Toker) luego de bajar del micro en la estación de Paraná, Entre Ríos. El reencuentro con viejos amigos y amigas, la reunión durante una fiesta con ex compañeros de colegio y la aparente obsesión por un novio que ya no está allí marcan el ritmo de la ópera prima de Celina Murga. “Probablemente mi primera película sea la más personal de todas. O la más cercana a mí, en términos de ser literal a lo que me estaba pasando en ese momento. Ese viaje de una joven a su ciudad natal después de muchos años y la tensión que encuentra entre un pasado que ya no existe y quién es ella en ese momento es como un doble camino identitario. Es una película que tenía por completo en la cabeza, al punto de que sabía qué barrios, que calles, qué esquinas quería filmar. La ciudad es una protagonista más de la historia”. Ana y los otros comenzó a filmarse en diciembre de 2001, en pleno estallido social, y Murga recuerda que todos le decían “no filmés, estás loca. Pero en ese momento era muy clara la necesidad de filmar, aunque las dificultades incluyeron el manejo de dólares, pesos, patacones, bonos Lecop. Todo junto y a la vez, algo muy particular. Otro detalle que recuerdo es que, en su momento, la película no tuvo clasificación del INCAA, pero al tener un recorrido exitoso en festivales y estreno en el extranjero apelamos y recibimos finalmente el subsidio que nos permitió pagarles a los técnicos”.

Una semana solos

2007

Los adultos se van de viaje a un destino lejano y los chicos se quedan solos. A fin de cuentas, nada malo puede pasar dentro del protegido perímetro de un barrio cerrado. El segundo largometraje de Murga “fue una película donde el elenco estuvo integrado por niños y adolescentes, un grupo de hermanos y primos de entre ocho y quince años. Es la primera película en la cual me concentré en esa franja etaria, y el casting fue muy particular. Sabíamos que no queríamos trabajar con chicos que tuvieran experiencia actoral previa, en particular televisiva, entonces fue un proceso grande buscar al elenco. Lo importante era que esos chicos pudieran tener elementos de su propia vida que se relacionaran con la historia, por eso la búsqueda fue en countries y barrio cerrados. La idea era construir un registro naturalista y así fue cómo se conformó el grupo de actores. En el rodaje surgieron historias muy lindas, aportes de los chicos muy naturales que tenían que ver con brindarse a sí mismos para construir los personajes”. Una semana solos fue la película que Murga acababa de terminar cuando conoció a Martin Scorsese. “Todavía no había sido elegida para participar en el Festival de Venecia y Scorsese la vio en un corte no definitivo. Le gustó mucho el trabajo con los chicos y la cámara voyeur, y eso fue lo que lo decidió a apoyarme”, según le contó a la directora tiempo después. “Tiene una mirada, un gran sentido del personaje y el lugar y de cómo interactúan entre ellos”, declaró el director de Toro salvaje y Taxi Driver en aquel entonces.

Escuela normal

2012

El primer y único documental a la fecha de Celina Murga, filmado en la Escuela Normal número 5 de Paraná, donde la realizadora cursó todos sus estudios, y presentado en sociedad en el Festival de Berlín, fue el resultado de un concurso del INCAA creado alrededor del bicentenario de la Declaración de la Independencia Argentina. “El concepto básico era generar una película desde cada provincia celebrando esa conmemoración. Siempre me había quedado con ganas de hacer algo en la escuela, porque además de ser el lugar donde estudié fue la primera escuela normal fundada por Domingo Faustino Sarmiento en Argentina, así que había allí un costado histórico que la hacía interesante en el marco del concurso. Si bien se trata de un documental, mi abordaje fue bastante parecido al de la ficción. Hicimos un casting de chicos, convocando a aquellos que quisieran ser parte de la película, y después los seguimos durante un año de cursada. Me interesaba que fueran alumnos de cuarto o quinto año, en el umbral de terminar ese período del secundario, con la intención de retratar las inquietudes de esos momentos. Durante el rodaje nos encontramos con la conformación de la lista de un nuevo centro de estudiantes y eso terminó de organizar la narración, todo ese proceso de armado de las agrupaciones y las listas, con sus debates y discusiones. Fue algo muy lindo verlos con esa actitud cívica, ciudadana. Por supuesto, algunos chicos se brindaron más que otros, y fueron ellos los que terminaron convirtiéndose en protagonistas”.

La tercera orilla

2014

El pueblo es pequeño pero el infierno, al menos para el joven protagonista, es bastante grande. En la cuarta película de Murga, que contó con producción ejecutiva de Martin Scorsese y cuyo guion fue coescrito por Gabriel Medina, Nicolás (Alián Devetac), de diecisiete años, cae en la cuenta de que su padre tiene una doble vida, dos familias en paralelo, origen del estallido del conflicto central, que tiene visos de tragedia a pesar del naturalismo usual en el cine de la cineasta. “Tal vez la anécdota más linda ocurrió durante la búsqueda del protagonista. Sabíamos, junto con María Laura Berch, la responsable del casting, que buscábamos a alguien con ciertas características, en particular una mirada; alguien que pudiera manifestar una oscuridad interna, una tensión, sin decir nada. Yo quería que el rodaje fuera en Entre Ríos, pero no sabíamos bien donde, y si bien terminó siendo en la costa del Río Uruguay el casting lo hicimos en toda la provincia con esta modalidad que habíamos inventado en Una semana solos. Durante la búsqueda, en Paraná, María Laura me busca y me dice que venga a ver a alguien que estaba sentado afuera. Alián era músico y había ido a acompañar al casting a un amigo, pero no tenía ninguna intención de actuar. Fue todo un trabajo convencerlo de que entrara y participara, y durante la charla para conocernos nos dimos cuenta de que tenía que ser el protagonista. Hoy tiene una carrera como actor y le va muy bien. Encontró la vocación a partir del trabajo en La tercera orilla”.