Venezuela no permitirá una "acción injerencista" de España, dijo este viernes el canciller Yván Gil en medio de una crisis diplomática generada por cuestionamientos a la reelección de Nicolás Maduro y el asilo que le será concedido a su rival opositor en Madrid. Gil recibió en la cancillería al embajador español en Caracas, Ramón Santos, para expresar la "postura contundente del gobierno venezolano", según un mensaje publicado en Telegram. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, condecoró el viernes a los cuatro altos militares sancionados por Estados Unidos, en medio de su cuestionamiento a la reelección del gobernante de izquierda.

Contra cualquier "acción injerencista"

Según una nota compartida por Gil en redes sociales, durante el encuentro el canciller le manifestó al diplomático que Venezuela no permitirá "ninguna acción injerencista por parte del gobierno de España en asuntos que son de competencia exclusiva de los venezolanos y venezolanas". "El gobierno de Venezuela adoptará las medidas necesarias, en el marco del derecho internacional y la diplomacia bolivariana de paz para proteger su soberanía", indicó la nota del canciller, un día después de llamar a consultas a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez.

La tensión en las relaciones bilaterales aumentó en los últimos días después de que el candidato de la oposición venezolana Edmundo González Urrutia llegara el domingo a España para solicitar asilo tras un mes sin apariciones públicas en su país, y el comentario de la ministra de Defensa española, Margarita Robles, quien tildó de "dictadura" al gobierno de Maduro. El embajador Santos llegó a la sede de la cancillería en Caracas pasadas las 10:30 horas locales sin hacer declaraciones a la prensa.

El gobierno del socialista Pedro Sánchez no reconoce la victoria que Maduro reivindica en los comicios, pero tampoco la de su rival. Insiste en reclamar la publicación de las actas electorales, que según la oposición demuestran su victoria. En la misma sintonía el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, reiteró este viernes que "las elecciones no las ha ganado Maduro" aunque sin reconocer a González Urrutia, a quien invitó a Bruselas.

"Decisiones soberanas"

El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, no imitó la llamada a consultas de su par venezolano y la calificó de "decisiones soberanas". "No hay nada que comentar. Lo que sí le puedo decir es que nosotros trabajamos para tener las mejores relaciones posibles con Venezuela", dijo Albares este viernes a la radio pública RNE.

El gobierno español está bajo presión. El miércoles, bajo propuesta de la oposición conservadora, el Congreso de los Diputados español le exigió reconocer a González Urrutia como ganador de las elecciones del 28 de julio. En respuesta el presidente del Parlamento venezolano, Jorge Rodríguez, propuso romper relaciones diplomáticas, consulares y comerciales. "¡Que se vayan de aquí todos!", clamó Rodríguez. El expresidente de Bolivia, Evo Morales, también condenó el pronunciamiento del Parlamento español al considerar que "se entromete en los asuntos internos de Venezuela". 

Se estima que en España viven unos 280 mil venezolanos, entre ellos varios dirigentes opositores. La cifra no incluye a aquellos con doble nacionalidad. En Venezuela por su parte viven 136 mil españoles. El jueves Sánchez recibió a González Urrutia en el palacio de La Moncloa, sede de la presidencia en Madrid, y aseguró que "España sigue trabajando en favor de la democracia, el diálogo y los derechos fundamentales del pueblo hermano de Venezuela".

"No somos chantajeables"

La escalada con España coincide con el anuncio de Washington el jueves de sanciones a 16 funcionarios, entre los que figuran la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Caryslia Rodríguez, así como autoridades electorales y miembros del alto mando militar y de los servicios de inteligencia. Entre ellos está el jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada, general Domingo Hernández Lárez, responsable de las operaciones castrenses.

"No somos chantajeables, ni nos dejamos intimidar", respondió este viernes la Fuerza Armada en un comunicado leído en la televisión estatal por el ministro de Defensa, general Vladimir Padrino López, acompañado por el alto mando militar, que suele declarar "lealtad absoluta" a Maduro. Según Estados Unidos, que también reclama el detalle del escrutinio de las presidenciales venezolanas, estos funcionarios "impidieron un proceso electoral transparente".

La declaración leída por Padrino acusó a Washington de "un nuevo acto de grosero injerencismo" con "el desesperado e irracional propósito de derrocar al gobierno" de Maduro e "instaurar un títere", en referencia a González Urrutia, aunque sin mencionarlo expresamente. El presidente Nicolás Maduro condecoró el viernes a los "cuatro valientes y patriotas" militares venezolanos sancionados por Estados Unidos.

"No podrán detener el curso de la Revolución Bolivariana, ni con amenazas, ni con sanciones, ni con nada, ni hoy ni nunca jamás", expresó Maduro, proclamado reelecto para un tercer período consecutivo de seis años, hasta 2031. "Lo que ellos (por EE.UU.) nunca podrán entender es que sus sanciones son condecoraciones en el alma de los patriotas que aman a nuestra Venezuela", siguió el mandatario en un acto oficial, en el que tachó las sanciones de "ridículas".