Bruselas dio ayer a Londres un plazo de 15 días para presentar una propuesta aceptable en torno a las dos cuestiones más espinosas de las negociaciones del Brexit: la factura que el Reino Unido debe pagar para abandonar el bloque y la frontera con Irlanda. “Para evitar ambigüedades con el calendario, le he dejado claro a la primera ministra británica, Theresa May, que los progresos deben llegar como muy tarde a principios de diciembre”, afirmó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al término de una cumbre de los Veintiocho en la ciudad sueca de Gotemburgo.

Desde el inicio de las negociaciones, Bruselas ha dejado en claro que la discusión sobre las futuras relaciones comerciales comenzarán cuando se logre acordar el precio de la salida, la cuestión de las fronteras físicas con Irlanda y los derechos de los trabajadores. Mientras Bruselas opina que sólo hay acuerdo en torno a la cuestión de los trabajadores, para Londres, esa es la opinión de los países más poderosos del bloque. 

El ministro británico del Brexit, David Davis, sugirió ayer que Francia y Alemania son los responsables de que las negociaciones no avancen mientras que el resto de los países miembro quieren seguir adelante. “Muchos quieren seguir adelante. Países como Dinamarca, Holanda, Italia, España y Polonia pueden ver el gran beneficio del acuerdo del que estamos hablando para el futuro”, afirmó Davis en declaraciones a la emisora BBC Radio 4.

Además, el ministro indicó que el Reino Unido había estado haciendo “todo lo posible” durante las negociaciones con la UE y sugirió que la pelota está ahora del lado europeo. “Tiene mucho sentido del humor”, ironizó Tusk cuando le preguntaron por esas declaraciones de Davis.

Más conciliadora, May, instó a sus aún socios “a avanzar todos juntos” hacia el progreso de las negociaciones para poder empezar a estudiar una futura asociación “profunda, especial y exhaustiva” entre Londres y los Veintisiete. “Estamos de acuerdo en que se ha logrado un buen progreso, se debe hacer más, pero lo que necesitamos es avanzar juntos y, de esa forma, asegurar que conseguiremos el mejor acuerdo” para ambas parte, dijo May al término de la cumbre, en la que mantuvo una reunión bilateral con Tusk y otra con el presidente galo, Emmanuel Macron (foto).

Un vocero de Downing Street, precisó que Tusk y May hablaron sobre los progresos logrados hasta el momento en las negociaciones. “La primera ministra May y el presidente Tusk estuvieron de acuerdo en que hay más trabajo por hacer y hablaron sobre cómo dar más pasos adelante juntos antes del Consejo Europeo de diciembre”, precisó Downing Street en un comunicado.

Los jefes de Estado y de Gobierno de los países de la UE decidirán en la próxima cumbre del bloque, el 14 y 15 de diciembre, si avanzan hacia la segunda etapa. El vocero agregó que el encuentro de May y Macron fue “constructivo” y que ambos salieron de la reunión con la creencia de que se conseguirán avances antes del Consejo Europeo de diciembre. Pero Macron reafirmó su postura de no avanzar a otra fase hasta no alcanzar acuerdos previos.