La situación del ex legislador libertario Germán Kiczka por la causa que investiga el consumo y circulación de material sexual de abuso infantil en Misiones parece agravarse cada día más: el magistrado Miguel Ángel Faría, quien lleva adelante el caso desde el Juzgado de Instrucción Cuatro de Apóstoles, dictó la prisión preventiva contra el imputado hasta la realización del juicio oral, cuya fecha no está confirmada, pero se da por descontado que sería no antes del año próximo.

La medida se presume que alcanzará en breve también a su hermano Sebastián, también detenido en la Unidad Penal VIII de Cerro Azul por una causa caratulada de momento como tenencia, consumo y distribución de material de abuso sexual infantil (MASI) con participación de menores con edad presunta inferior a los 13 años, cargos que impiden la excarcelación solicitada sin éxito la semana pasada por el abogado defensor Gonzalo De Paula.

La noticia se confirmó un día después de que Germán Kiczka solicitara declarar ante el juez Faría, y en cuya exposición el ex diputado provincial por el partido Activar confirmó que consume pornografía, aunque no infantil. En esa misma jornada, la Cámara de Representantes de Misiones decidió por unanimidad la expulsión de Kiczka, quien antes ya había perdido los fueros parlamentarios que impedían su detención.

Según los argumentos del magistrado para sostener el pedido de prisión preventiva, Germán Kiczka es investigado por la presunta responsabilidad de haber facilitado al menos unos 900 archivos digitales con contenido de explotación sexual infantil que van desde exhibición de situaciones de desnudez a abusos a menores de 13 años. La información se desprende de pericias realizadas a dispositivos digitales secuestrados en dos tandas allanamientos: la primera en febrero, cuando la pista sobre una red de pedofilia de alcance internacional llevó a los domicilios de la familia Kiczka en la localidad misionera de Apóstoles, y otra en agosto, cuando la causa se concentró en el ex diputado provincial de 44 de edad y en su hermano Sebastián, de 47.

Las nuevas pesquisas sobre teléfonos, computadores y dispositivos varios de almacenamiento digital como pendrives, DVS y discos compactos encontrados en el domicilio de Germán Kiczka arrojaron otros resultados adicionales que contradicen su declaración en el Juzgado de Instrucción de Apóstoles, adonde fue trasladado con un fuerte operativo de seguridad el jueves desde Cerro Azul, cárcel en la que de momento ocupa una celda en soledad y sin contacto alguno con su hermano. Sólo recibió la visita de su padre Leonardo, quien dijo que su hijo es víctima de una persecución política y que en breve “se conocerá toda la verdad”.

Es que, más allá del avance de la investigación en cuestión y de la situación procesal de los Kiczka, Misiones también experimenta las derivaciones institucionales de un caso que salpica a sus altas esferas, especialmente por la pertenencia de Germán a Activar, partido liderado por Ramón Puerta, también legislador provincial e hijo del ex gobernador Ramón. Por lo bajo se incuba la posibilidad de que en algún momento la causa pueda comprometer judicialmente a la familia que manejó la provincia durante la década del ’90, sobre todo por el vínculo personal de Germán con Pedro y la aparición de diversos chats en aplicaciones de mensajería instantánea que puedan ser útiles a la investigación.

En simultáneo, el caso se desarrolla mientras en Misiones van aflorando otros hechos por pedofilia en distintos distritos de la provincia, entre ellos Oberá, Leandro N. Alem y Eldorado, aunque de momento no se pudo establecer una vinculación de los mismos con el de los hermanos Germán y Sebastián Kiczka.