"Estamos arrasando con la inseguridad"; "les duele que sea uno de los políticos más importantes del planeta tierra"; "todos mis opositores, incluyendo científicos, periodistas y artistas, son ratas inmundas, fracasadas, repugnantes y vomitivas"; "las tarifas de la luz, el gas y el agua están regaladas" y "el poder adquisitivo en dólares de los jubilados voló". Esto es, apenas, un muy pequeño muestreo de las frases que el Presidente regala, semana tras semana, a los y las argentinas. Se tratan de slogans rimbomantes, con la efectividad de producir ruido, pero sin que haya un contenido como música de fondo. Lo que ahora parece haber cambiado no es su modelo de comunicación sino la pérdida de credibilidad de la ciudadanía a lo que escupe de su boca  Javier Milei.  Así lo revela un último informe, en el que una mayoría (que no baja del 65 por ciento) reconoce que los dichos presidenciales son "mentira", en contraposición con una minoría (que no supera el 30 por ciento) en el que todavía confía en la veracidad de sus palabras.

Los números son de la última encuesta de Zuban Córdoba. La consultora relevó en septiembre 2300 casos distribuidos a lo largo y ancho del país. Y los resultados son contundentes: tal como se exhibe en el gráfico a continuación, el 70,6 por ciento de los encuestados cree que es mentira que “el poder adquisitivo de jubilados voló” y un porcentaje aún mayor (76,2%) opina que es mentira que las tarifas de servicios públicos están regaladas.




La perdida de credibilidad es algo que Cristina Kirchner hizo hincapié el último viernes, en el que recibió el honoris causa de la Universidad Nacional del Oeste. Lo trajo a colación de la declaración televisiva de una ciudadana que transitaba en las estaciones de tren del centro porteño. Según el relato de CFK, la mujer decía que el Presidente "es loco pero sabe", a lo que la expresidenta teorizó. "Pobre mujer cuando se entere que además no sabe. (Milei) ha creado una imagen de una omnipotencia de saberes que es como dice el refrán: hazte la fama y echate a dormir". 

Al parecer, según esta última encuesta, mientras el Presidente duerme, la fama ya no le dura mucho.

Imagen (pensando en 2025)

Que la palabra presidencial se devalue tiene como correlato la valorazación que hace la sociedad de la gestión del Gobierno. Allí los números revelan que la aprobación de La Libertad Avanza disminuyó 0,7 décimas y se ubicó en el 42,3 por ciento. En tanto, el rechazo escaló hasta el 57,3 por ciento. Eso sí, el apartado de No Sabe No Contesta es aún más estrecho entrando en el noveno mes del 2024.

A los encuestados también le preguntaron sobre si consideran que el Gobierno "va en la dirección correcta" a partir de sus proyectos políticos, económicos y sociales. Y el porcentaje que considera correcto el plan libertario es, incluso, menor al que aprueba al Gobierno: 39,5 por ciento de los interrogados. En tanto, una mayoría (55,1%) opina que el Ejecutivo transita la dirección incorrecta para el desarrollo del país. 

Zuban Córdoba también interroga sobre cómo se traspasa esta valorización del gobierno al momento del voto. Con el foco en las legislativas del 2025, un 51% de los/las encuestados/as considera que votará por un espacio opositor al gobierno de Milei. El 37,9% se inclina por una boleta con el logo del León y un 11% no tiene definido su voto. Y si bien esa foto no respalda al Ejecutivo, la realidad es que es un porcentaje que le alcanzaría para luchar por la primera minoría y teñir, en parte, de violeta al Congreso ya que para esa instancia casi que no pone en juego ninguna banca del Parlamento.

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