La Feria del Libro de Rosario llegó a su fin con un saldo más que positivo. Durante los once días que duró la exposición hubo 260 actividades entre presentaciones, talleres, charlas y muestras; alrededor de 500 autores e invitados y unos 70 stands de librerías y editoriales. Desde la organización estiman que circularon más de 350 mil personas, superando la cantidad de asistentes del año pasado. Para las librerías y el rubro editorial también fue una buena feria: en medio de un contexto económico complejo, aseguran que se superaron las expectativas de ventas. La jornada del sábado, con la presentación del libro de Los Palmeras, colmó la explanada del Centro Cultural Fontanarrosa y comenzó a poner un broche de oro a un evento que se consolida como el más importante de la ciudad en materia cultural. “Esta feria le muestra al país la potencia de Rosario”, aseguró Federico Valentini, secretario de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario. “Me da mucha alegría ver que todavía hay pensamiento y que puede llegar a todo el mundo democráticamente”, sostuvo la escritora rosarina, Beatriz Vignoli, que tuvo a su cargo de la apertura del evento.

La edición 2024 de la Feria del Libro de Rosario finalizó con un fin de semana más que convocante. Además de participaciones como la del periodista rosarino Reynaldo Sietecase, que presentó su última novela “La Rey” el día sábado, o la charla “Una esquina casi indestructible” con presencia de escritores locales como Javier Núñez y Nicolás Manzi el día domingo; se le sumó un show en vivo de Los Palmeras, que luego de presentar el libro que recorre la trayectoria de la banda musicalizaron la noche del sábado con lo mejor de su repertorio tropical. La jornada coincidió con la Noche de las Peatonales de la que participaron cerca de 200 mil personas, según informó el Municipio, por lo que el centro rosarino quedó repleto de gente aprovechando la oferta cultural del fin de semana.

En diálogo con Rosario/12, Valentini analizó lo que dejó esta nueva Feria del Libro y consideró que el balance es positivo. “Fueron once días de una feria federal, plural y que priorizó las infancias, con un Estado municipal que sigue invirtiendo en cultura y que muestra eficiencia a la hora de utilizar los recursos para producir un evento de semejante magnitud. Tratamos de cuidar cada detalle para que cualquiera que la transite se lleve la mejor impresión del evento”, expresó. “Esta feria le muestra al país la potencia de Rosario”, resumió.

El secretario de Cultura municipal también destacó la participación del gobierno provincial en la organización de la feria “en un contexto económico complejo” para todo el país. Asimismo, señaló que desde la organización se plantearon tres objetivos: mejorar la circulación y el aprovechamiento del espacio; lograr una feria plural y diversa; y poner en el centro de la escena a los niños y niñas, con un espacio importante dedicado a las infancias. “Creo que hemos logrado los tres objetivos”, evaluó. Desde la organización estiman que más de 350 mil personas pasaron por la feria, superando la cantidad de asistentes del año pasado. “Se han superado las expectativas con creces”, remarcó.

Valentini también celebró que por primera vez la apertura haya estado a cargo de una escritora rosarina como Beatriz Vignoli, quien forma parte de este medio casi desde sus inicios: “Es un reconocimiento justo y merecido de una de las personas más valiosas de Rosario en cuanto a su producción y su calidad humana. No solo disfruté mucho de su discurso, sino también de ver la alegría con que lo dio”. Por último, el funcionario sostuvo que el desafío para las próximas ediciones es seguir trabajando para el crecimiento de la feria. “Lo importante es lograr que esto siga siendo un evento más allá de la gestión de turno. La Feria del Libro estuvo diez años sin hacerse y le hemos dado un salto de calidad que esperamos se mantenga por mucho más tiempo”, finalizó.

Ventas

Perico Pérez, editor y fundador de la librería Homo Sapiens, consideró que la Feria del Libro de Rosario deja muchas cosas para rescatar. En primer lugar, haber conseguido una continuidad en los últimos años, poniendo a Rosario dentro del calendario de ferias a nivel nacional. La segunda, seguir sosteniendo la gratuidad de la feria en una ubicación estratégica de la ciudad. “Eso hace que mucha gente haya ido más de una vez a la feria”, evaluó en diálogo con Rosario/12. A su vez, sostuvo que la nueva disposición de los espacios, con una carpa destinada exclusivamente a los stands de libros, fue todo un acierto: “No solo permitió una mejor circulación por todo el predio, sino que quedaron más salas libres para destinar a charlas y presentaciones”.

Para los libreros, la feria también resultó positiva en cuanto a ventas. Las expectativas no estaban demasiado altas: el antecedente de la Feria del Libro de Buenos Aires, donde los expositores vendieron alrededor de un 30% menos de unidades, disparaba algunas alarmas en el sector. Sin embargo, en Rosario el panorama fue distinto. “Los números que estamos sacando nos dan que se vendió un poco mejor que el año pasado”, celebró Pérez. “Para las librerías la feria es un momento muy importante. Y lo mismo pasa con las y los autores rosarinos y de la región, que ganan mucha visibilidad. Hubo muchas actividades que los tuvieron como protagonistas y eso es algo para destacar”, añadió.

Homo Sapiens, que este año cumplió 45 años en el mundo del libro, participó de la feria en charlas que tuvieron como protagonistas a escritores como Martín Kohan, Pedro Lambertini, Juan José Becerra, Florencia Freijo, Emilse Pizarro y Jorge Liotti, entre otros. “Lo que destacamos es que hubo una circulación permanente. Era raro que los puestos estén vacíos. En general había un flujo de gente permanente y eso está bueno, porque lo peor que te puede pasar es que venga cien personas juntas que no podés atender. Es preferible que vos puedas estar con las personas, aconsejarlas y que puedan irse contentas con su compra”, remarcó el editor.

Una mirada parecida aporta Marcos Buchin, de Buchin Libros. “La verdad que fue mejor que la del año pasado. Hubo un mejor diseño y una mejor distribución. Pasar las librerías a las carpas y dejar las salas para las presentaciones fue una muy buena decisión. Antes se juntaba mucha gente y era un problema”, expresó a Rosario/12. Y agregó: “También me parece que se eligió una mejor fecha. El año pasado quedó muy pegada a las elecciones. Creo que todo eso generó una muy buena respuesta de la gente”.

Desde Buchin aguardan tener los números finos para hacer un balance, pero también coinciden en que fue una buena feria en cuanto a ventas. “Creo que se superaron las expectativas que se tenían en la previa. Sabemos que el contexto actual no favorece el consumo, pero a pesar de eso, esta feria ha ido mejor que otros años. Hay una sensación de que fue mejor de lo que se esperaba”, sostuvo. “Para quienes trabajamos con los libros esto es un estímulo muy grande. Es un lugar de encuentro con colegas, con autores, con el público. Nos demanda mucho trabajo, pero a la vez es revitalizador. En este contexto, lo tomamos casi como un acto de resistencia”, añadió.

Vignoli

A Beatriz Vignoli, lo que le deja la feria es mucha alegría y optimismo por la gran participación de la gente. “No solo es una cuestión numérica de cuanta gente pasó por la feria, sino de interés. Hubo mucha gente que fue varios días, que escuchó más de una charla, que se sumó a talleres. Algunas de las actividades fueron muy emocionantes”, señaló. Y destacó la charla entre Martín Kohan e Hinde Pomeraniec en particular: “Fue un momento hermoso donde también disfrutamos mucho la lucidez de estos dos grandes intelectuales argentinos. Realmente nos dio mucha alegría ver que todavía hay pensamiento y que puede llegar a todo el mundo, democráticamente”.

Vignoli: "Hubo mucha asistencia y con gran interés"
 
 

 

 

La autora rosarina e integrante de Rosario/12, que tuvo a su cargo el discurso de apertura de la feria, también consideró que a pesar del “bolsillo tan golpeado” de los argentinos, la respuesta de la ciudadanía fue muy importante. En ese marco, por un lado destacó la gratuidad de la feria y por otro celebró que se siga manteniendo el Centro Cultural Fontanarrosa como sede del evento. “Es un lugar céntrico, que está de paso y al que se puede llegar caminando. Hacerlo en otros lugares más alejados, en los que tengas que llegar en auto, atentaría contra el espíritu democrático que se le viene dando a la feria”, expresó. “El centro de Rosario, de la pandemia para acá, viene sufriendo mucho y el hecho de que haya actividades hasta la noche también reactiva esa zona de Rosario”, remarcó.