Dos días después de haber anunciado un aumento en la tarifa domiciliaria de gas de hasta el 58 por ciento, el Gobierno confirmó ayer, en una nueva audiencia pública, que en diciembre también subirá la factura de la luz. El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre) detalló que para el 90 por ciento de los usuarios residenciales de Edenor y Edesur el ajuste será de hasta 39 por ciento, mientras que el 10 por ciento restante afrontará subas de hasta un 47 por ciento. Además, se adelantó que el 1º de febrero, en menos de tres meses, habrá un nuevo incremento que será de un 18 por ciento para el 90 por ciento de los usuarios y de hasta un 28 por ciento para el 10 por ciento restante. También se incrementarán las exigencias para acceder al premio por ahorro. Estas nuevas subas llegan luego de que la tarifa eléctrica de los hogares haya tenido que afrontar un aumento desde diciembre de 2015 que osciló entre 800 y 1200 por ciento.

El secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, explicó al comienzo de la audiencia pública realizada en el Palacio de las Aguas Corrientes de la Ciudad de Buenos Aires que el ajuste del precio mayorista de generación y transporte, que impacta en todo el país, obedece a una política gradual de reducción de subsidios. Lo que los funcionarios entienden por “gradualidad” ha generado fuertes polémicas desde que Aranguren comenzó con los ajustes. De hecho, en la presentación de Sruoga se pudo ver que el precio mayorista de la energía, que impacta en las facturas hogareñas, estaba 90 dólares por MWh en 2001, cayó a 30 dólares luego de la devaluación de 2002, tocó un piso de 15 dólares a fines de 2015 y desde que Aranguren asumió en el Ministerio de Energía sube de manera acelerada. En diciembre trepará de 640 a 876 pesos por MWh (49,2 dólares, según la cotización de ayer de la divisa estadounidense) y en febrero a 1077 pesos (unos 60 dólares con una hipotética cotización del dólar a 18 pesos). Esto significa que en poco más de dos años la tarifa mayorista que pagan los hogares se terminará multiplicando por cuatro.  

Al igual que en el caso del gas, se incrementaron las exigencias para acceder al premio por ahorro. Hasta ahora, con un ahorro del 10 al 20 por ciento en el consumo con relación a igual período de 2015, a los residenciales se les considera un precio mayorista de la electricidad de 480 pesos por MWh en vez de 640 pesos, y si el ahorro es mayor al 20 por ciento el precio considerado para el cálculo es de 320 pesos por MWh. A partir de diciembre, en cambio, sólo obtendrían una bonificación del 10 por ciento los que reduzcan su consumo un 30 por ciento respecto del mismo período de 2015, una vara muy difícil de superar, según denunciaron ayer los defensores del pueblo de las distintas jurisdicciones y los representantes de las asociaciones de consumidores. 

Sruoga explicó que la suba del precio mayorista provocará un aumento promedio de 21 por ciento en diciembre y de 13 por ciento en febrero en las tarifas de luz de las provincias. El cálculo dio por supuesto que el VAD que cobran las distribuidoras provinciales permanecerá sin cambios. Si bien es cierto que, a diferencia de lo que ocurrió en el Área Metropolitana de Buenos Aires, en los últimos diez años el VAD que perciben las distribuidoras provinciales no estuvo congelado, eso no impidió que durante el gobierno de Macri dichas empresas también hayan aumentado sus tarifas, aunque menos de lo que ajustaron Edenor y Edesur. Por lo tanto, no habría que descartar que vuelvan a hacerlo. 

En el caso de las dos distribuidoras que operan en Capital y Gran Buenos Aires, el ENRE les autorizó el año pasado un ajuste del VAD de 98 por ciento para los próximos cinco años. Sin embargo, se decidió aplicar ese incremento en cuotas. Un 42 por ciento en febrero, un 19 por ciento ahora en diciembre y otro 17 por ciento en febrero de 2018. El 20 por ciento restante de ese ajuste previsto para el VAD se ordenó distribuirlo en 48 cuotas con las facturas que lleguen a partir de marzo, pero para el usuario final ese último incremento pasará casi desapercibido porque constituye un ajuste mínimo sobre el valor total de la factura.

Otra novedad fue que se autorizó a Edenor y a Edesur a aplicar un ajuste adicional, por sobre el 19 por ciento correspondiente al VAD de diciembre, en base a la evolución de los precios mayoristas registrada desde el último aumento, lo que en este caso agregó un 14 por ciento adicional al VAD, el cual representa solo la parte de la factura que percibe el distribuidor.

El ajuste del precio mayorista combinado con la actualización del VAD es la que llevó a que las tarifas de Edenor y Edesur suban hasta un 47 por ciento en diciembre y un 28 por ciento en febrero. Sruoga no dio detalles sobre esas subas y le dejó la responsabilidad a Cristina Tonnelier, representante del ENRE, que reveló esas cifras en una audiencia específica, realizada ayer por la tarde, destinada a las tarifas de distribución en Capital y Conurbano.  

Según los ejemplos que el ente regulador puso a disposición para la audiencia, un hogar que consume 325 kwh al mes pasará a pagar en diciembre 450 pesos sin contar la carga impositiva, que, en el caso de un usuario de Edesur de la Ciudad de Buenos Aires, incluye un 21 por ciento de IVA, un 6,3 por ciento de contribución municipal y un 0,6 por ciento del Fondo de Santa Cruz. Con impuestos, la factura podría llegar a cerca de 576 pesos por mes. A su vez, a partir del 1 de febrero por ese mismo consumo deberá desembolsar 530 pesos sin impuestos, un 17,7 por ciento más por sobre los 450 pesos que regirán desde diciembre. Con un 28 por ciento aproximado de tributos, esa factura se iría a 680 pesos mensuales. Como los cuadros tarifarios recién van a estar disponibles días antes de la entrada en vigencia del ajuste, por ahora solo se cuenta con los ejemplos que ofrece el Gobierno.

Esta suba se aplica sobre una tarifa de luz que ya sufrió un fuerte ajuste durante los últimos dos años. El incremento para los hogares osciló entre 800 y 1200 por ciento. En el caso de una casa cuyo consumo es de 300 kwh por mes, la boleta, con impuestos incluídos, subió de 36 pesos en diciembre 2015 a 237 pesos luego del primer aumento tarifario (565 por ciento) y en marzo de este año trepó a 420 pesos, un 1066 por ciento desde diciembre de 2015.

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