“A nosotras nos cuesta mucho el amor, porque estamos atadas al deseo del otro y mostramos deseo corporal todo el tiempo, pero la búsqueda del amor está detrás de eso. Nosotras buscamos amor a cualquier costo. Y creo que eso es lo que me motivó a hacer esta obra de teatro”, dice Morena Yfrán, activista, travesti y actriz protagonista de “Mi corazón no es de piedra ni madera”. Una obra de teatro sobre un amor travesti que sucede en un pueblo de la Patagonia austral, de dónde es oriundo el director y dramaturgo, Martín Marcou.
En la obra se narra una historia, la de Gaby, travesti que nació en un pueblo y se quedó ahí. Sus días se debaten entre las peleas con su marido de ocasión, Luis Camacho, capataz de una empresa que está haciendo el asfalto en la zona, y la llegada de Jairo, un viajero que la encandila con su poesía y la tienta con la posibilidad de un futuro mejor. La interpretan junto con Yfran: Cris Bernal Niño y Facundo Tomás.
Yfran se define como una activista barrial. “Creo que es muy importante activar en el mismo lugar donde uno nace y crece para concientizar a tus vecinos, a la gente del barrio que te conoce”, dice. Ella es de Zona Sur, de Bernal Oeste, y ama su barrio, a pesar de que considera que sigue siendo muy complicado para la comunidad LGBT vivir en sus lugares de origen.
“Hay un pensamiento arraigado a lo tradicional, heteronormativo y machista. Entonces hay que activar, pero cuando concientizamos a la gente de la comunidad, hay mucho compromiso. Es bueno que nos visibilicemos porque mostrarnos tal cual somos, ayuda a que otros se puedan expresar y puedan ser más libres. El conurbano bonaerense es hermoso, no queremos irnos”.
La propuesta de llevar a cabo esta obra de teatro surgió de Emma Serna, presidenta de la cooperativa Arte Trans. A ella la convocó al instante el material. “Es una historia sobre nosotras. Pasa en un pueblo en donde hay poca gente. Todo se sabe, quién sos, cómo vivís. Me pareció maravilloso que la protagonista tenga una vida libre entre comillas en ese pueblo, con sus deseos, con sus anhelos”.
La obra está basada en la experiencia de varias mujeres trans del sur del país, con las que el autor compartió amistad. En sus redes sociales, Marcou, relata "En los años noventa la cumbia tuvo un momento de repunte y apogeo, solíamos juntarnos a bailar en las casas de mis amigas trans mientras afuera nevaba, y la nieve iba tapando las rutas. En esa lejanía sureña, atravesados por el frío, en una noche cualquiera de invierno, se podía escuchar “Mi corazón no es de piedra ni madera” saliendo de algún parlante viejo. Nos salvábamos y nos hacíamos compañía, juntándonos a bailar mientras el tiempo corría lento".
Yfrán actuó en “Si me queres, quereme trans”, “La Irredenta”, una versión libre de “La casa de Bernarda Alba” de Federico García Lorca, “Calabozo en la 25”, la versión teatral de “Luna de Avellaneda”, la película de Juan José Campanella, representada en la Legislatura Porteña y “No soy esa”. Además de teato, debutó en cine como protagonista en 2018 de la película “Bajo mi piel morena”, de José Celestino Campusano, y también actúo en los films “Fango” y “Fantasma en la ruta”.
“Yo trabajo desde que soy chica, antes lo hacía en relación de dependencia, disfrazada como varón. Durante treinta años estuve en una fábrica. Pero gracias al Grupo Laboral Trans empecé a tener otro trabajo, dónde puedo permitirme actuar, tener tiempo para mi pasión” dice. También actualmente realiza un streaming con la cooperativa Arte Trans, dónde hace reportajes a personalidades de la comunidad y a abogados con los que charla sobre los derechos que deberían tener garantizados. “Creo que la comunidad LGBT recién está empezando a entender quién es este gobierno y lo que nos está haciendo. Estoy firmemente convencida de que tenemos que juntarnos todos y pensarnos como un solo emisor para poder construir más fuerza todavía para que no nos derrumben”, afirma. Se puede seguir a la cooperativa en sus redes sociales (@cooperativaartetrans).
Para Yfran lo que está atacando el nuevo gobierno es la identidad del país. Afianzada en la lucha por la identidad, la comunidad LGBT tiene mucho para decir. “Es un intento de borrar todo el esfuerzo que por años hemos logrado. Yo creo que es un momento en donde una tiene que ponerse más fuerte, más combativa y cuidar lo que tenemos, porque nos ha costado un montón. Para nosotras es muy difícil mostrarnos y construirnos como nosotras queremos. Se sigue sin poder conquistar del todo esa libertad” concluye.
Mi corazón no es de piedra ni madera se puede ver los sábados a las 21 hs en Espacio Tole Tole (Pasteur 683, CABA). Las entradas se pueden adquirir por Alternativa Teatral.