La lectura horrorosa de Javier Martínez de Hoz se impuso este domingo a la noche sobre cualquier otra consideración, apenas quedó claro que su discurso fue simplemente la reiteración consignista del personaje que encarna.
Toda la plata para pagar la deuda fue, en todo caso, el único resaltado en particular. No dedicó una sola línea a explicar cómo logrará la recaudación de divisas necesaria a fineY deliró cuando dijo que el sector privado ya anunció inversiones por 50 mil millones de dólares, en otra muestra de su insólita capacidad para lanzar números sin ton ni son que nadie comprende de dónde saca.