Podría pensarse, con fundamentos, que casi todas las decisiones del presidente Milei vienen matando simbólicamente –y “sin querer queriendo”, como decía el pensador mexicano Chespirito– a miles de argentinos y argentinas que a este paso pronto serán millones: los olvidados del bienestar, la salud, la educación y la justicia.
Hay también quienes todavía piensan que la pandemia de 2019-2021 no fue el