"Una profunda crisis moral atraviesa nuestra historia y su impacto destructor golpea a todos", señaló el arzobispo de Salta Mario Cargnello, en la homilía central que ofreció ayer, antesala al Pacto de Fe entre el pueblo católico y los santos patronos salteños.
Con el gobernador Gustavo Sáenz; el intendente de la ciudad de Salta, Emiliano Durand, y los gabinetes de las dos administraciones ubicados a su derecha, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia apuntó particularmente a peticionar una mejor gestión social en función de los más pobres y necesitados.
En varios tramos de su discurso, que tomó por eje un pasaje de la Biblia que comenta la libertad de espíritu de Jesús como Hijo de Dios, el arzobispo se enfocó en lanzar metáforas alusivas a la actual coyuntura nacional. Pidió a todas y todos los creyentes presentes en el acto religioso que se ofició en el Monumento 20 de Febrero, "transformar el clima de enfrentamientos" porque "traba la marcha de un futuro mejor". Les animó a que en sus relaciones sociales establezcan "diálogos constructivos", que generen vínculos "sin ideologías reductivas, con capacidad de autocrítica, con magnanimidad para reconocer los aciertos del opositor, con paciencia, y con capacidad para el largo plazo".
La multitud de fieles se concentró desde primeras horas de la tarde en la plaza principal de la ciudad capital, y caminó luego detrás de alguna de las imágenes, como es tradición desde 1692. Desde mediados del siglo pasado, el sonido de una sirena -advertencia de terremotos o catástrofes en ciernes- marcó la salida de cada uno de los símbolos del credo católico.
En esta ocasión, recorrieron alrededor de 25 cuadras desde la Catedral Basílica salteña hasta el monumento que recuerda la batalla de la independencia que protagonizó el Ejército del Norte al mando de Manuel Belgrano en 1820. A partir de las 3 de la tarde, de la Catedral salieron la Cruz Primitiva primero, luego la Virgen de las Lágrimas, después la réplica de la Virgen del Milagro (la original se encuentra en Córdoba capital), y finalmente el Señor del Milagro, que llegó desde el Perú a Salta tiempo antes del fuerte terremoto que lo sacó en andas por las calles de la vieja ciudad colonial.
"Los argentinos tenemos derecho a un futuro mejor", remarcó el arzobispo frente a las y los devotos y peregrinos que llegaron desde distintos rincones de la provincia. "Los dirigentes deben recordar que la autoridad no les pertenece", les advirtió, "Dios nos la da por un tiempo", se incluyó. "Rendimos cuenta a Dios y a nuestros hermanos", dijo. Luego insistió en "no sobrecargar con inmadureces y peleas a los pobres". En otro tramo afirmó que "la política y la economía, la cultura, y los vínculos interreligiosos, deben luchar contra aquello que nos destruye", para señalar luego a los principales elementos: "la violencia, las drogas, la inequidad social, la cultura de la muerte y la pérdida de la calidad educativa".
Sobre la cultura de la muerte, Cargnello aludió puntualmente a "la ley del aborto", por la ley de interrupción del embarazo vigente desde el 24 de enero de 2021, y "el intento de la ley de la eutanasia" por el proyecto de ley del diputado nacional Miguel Ángel Pichetto. "¿Cuánto daño producen? ¿Nos animamos a evaluar realmente la cuestión?", reflexionó.
"Crece la violencia verbal en las relaciones y se extiende a la violencia física", acotó minutos más tarde. "El flagelo de la droga destruye sin piedad a los más jóvenes", describió, "porque deshumaniza a quienes las consumen y atenta contra la unidad de las familias". Sobre el final realzó la figura de las madres solteras, "que educan solas a sus hijos, son un signo de esperanza en la ciudad y en el campo", afirmó, "aunque a veces son los padres los que luchan solos ¡reconozcámoslo!", exclamó.
En relación a la pérdida de calidad educativa, el arzobispo convocó a las autoridades provinciales -sin referirse directamente a la ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, Cristina Fiore, sentada muy cerca del gobernador salteño- a revertir esa "tendencia de forma urgente". Y sugirió seguir el camino pedagógico de "una visión centrada en el alumno" como medio para los modelos de enseñanza vigentes en las escuelas salteñas, aunque marcó un límite: "a mayores posibilidades tecnólogicas del alumno, mas necesitará del acompañamiento humanizado de los docentes".
En relación al concepto de libertad, central en la política argentina contemporánea, Cargnello guió a sus fieles a interpretarla en función de un pasaje que seleccionó del Libro de los Reyes. Al referirse a la vida de Jesús de Nazareth, afirmó que "su autoridad manifestaba libertad interior: era libre frente a su familia, frente a sus discípulos, frente a los grupos religiosos dominantes, no tuvo miedo de tratar con ellos", destacó. "No admitió a quienes se consideraban los dueños de la ley porque Jesús no fue un sectario y no se separó del pueblo", sostuvo.
Siempre en una línea discursiva que buscó generar metáforas entre el tramo bíblico seleccionado y la coyuntura nacional, Cargnello prosiguió diciendo que durante su vida terrenal, el Cristo crucificado "no entró en el cálculo político ni el juego del momento que le tocó vivir. En esta sociedad que sufre la corrupción", aseveró, "ofrezcamos un compromiso de honradez y solidaridad".
Más religión y política
Durante la mañana, al promediar la última misa estacional del Triduo católico frente a la catedral, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, exhortó a las y los fieles a "tocar el alma de nuestros gobernantes para que trabajen por el progreso de la Nación". Al finalizar la ceremonia, pidió a los creyentes perseguir el camino de la humildad y la sencillez, en contra de "quienes se creen cultos y universitarios y así terminamos", criticó.
Mientras se retiraba del oficio religioso, el gobernador Sáenz compartió palabras y estrechó manos con algunas personas: "¿Usted cree que los santos patronos escucharán sus plegarias para enfrentar las decisiones del gobierno nacional?", le preguntó este medio, en alusión al Presupuesto 2025 que fue presentado a última hora de la jornada de ayer por el presidente Javier Milei en el Congreso Nacional. "Vamos a pelearla y a pedir que nos ayuden", respondió sintético.
La senadora nacional por Salta Nora Giménez (UxP) afirmó que en democracia las reglas del juego son institucionales. "La única salida es institucional", afirmó, tras la consulta de Salta/12 por la decisión presidencial de vetar la última ley de movilidad jubilatoria y la advertencia de Milei sobre que también vetará la Ley de Financiamiento Universitario recientemente aprobada en la Cámara Alta.
Poco antes de ingresar a un café de la zona centro, el vicegobernador Antonio Marocco respondió a la misma consulta con una frase similar. "Los argentinos tenemos que defender la democracia con más institucionalidad", aseveró. "Este es un gobierno que genera violancia, y lamentablemente por el camino que vamos, la respuesta también será violenta", advirtió.