Programadora, poeta, docente, diseñadora, Allison Parrish vive en Brooklyn, Estados Unidos, y, según propia declamación, gusta enseñar y practicar “el inusual fenómeno que florece cuando los ordenadores y el lenguaje se encuentran”. Fenómeno que toma especial forma en The Ephemerides, uno de sus más recientes y entretenidos proyectos. Se trata de un bot de Twitter (léase, una cuenta programada para generar contenido por motus propio y postearlo de igual modo, sin intervención humana) que escribe poesía, a partir de pasajes o términos arbitrarios de libros -en este caso, de astrología o vida natural- con los que ha sido “alimentado”. Empero, además de la curiosidad de haber sido creado por una computadora, cada poema llega ilustrado: con imágenes espaciales, sin retocar, del archivo de la NASA, que el mismísimo bot ha elegido para que acompañe a su pieza poética. Deviniendo, por cierto, exitosa sociedad de extraños versos y fotografías siderales que, a decir de Parrish, “es más maravillosa, inesperada y satírica que lo que cualquier hombre puede llegar a crear”. Idea con la que medios como Dazed concuerdan, asegurando que el programa-autor pergeñado por la muchacha “bien podía ser el sucesor digital de Georges Perec o Italo Calvino, maestros de escritora oulipiana”. Ajá… ¿No será mucho?
“Hay infinitas gemas inexploradas del lenguaje que se encuentran escondidas detrás de la frontera del absurdo”, esgrime la chica sci-fi que -con un pie en el futuro- celebra el talento de su bot (responsable, por ejemplo, de versos como “Venus es ahora casi / circular, y ofrece / su presa del nacimiento. / Él parecía ofrecer la tierra seca”). Sin dejar de admitir cierta cualidad irónica en la mera existencia de The Ephemerides. “En cierta manera, es un modo de decir: tal forma de arte es tan predecible que hasta una computadora puede hacerla”, comenta la señorita, orgullosa dueña de un máster en Telecomunicaciones Interactivas de la New York University y en Lingüística de Berkeley. Que, dato adicional, puede acreditarse otros ocurrentes bots como: Modernart_exe, que regularmente tuitea nombres de piezas de arte inventadas, inexistentes; o BrainTendencies, que lanza perniciosas máximas, presuntamente científicas, que previenen al lector de tomar decisiones racionales. Eso sin mencionar otras lúdicas iniciativas, como ser el -posible- lenguaje alienígena que cofundó con un amigo; o el juego de mesa estilo Scrabble que invita a armar palabras ya no con letras sino con sílabas (Rewordable, en su anglo-juguetería desde el año próximo).