Es de noche y Natalia (Marina de Tavira, actriz mexicana que estuvo nominada a los Oscar por su actuación en Roma) está sentada en la cama buscando las medias iguales y descartando las que están sin par. Las nenas duermen y su marido (el actor Alfonso Tort) se acerca a besarla, ella le dice “hoy no”, él se da vuelta e intenta dormir. 

Es una escena de El aroma del pasto recién cortado, la nueva película de Celina Murga que se estrena este jueves 19 y que contó con la producción de Martin Scorsese. La película trata sobre las vidas cotidianas de dos parejas (la otra está interpretada por Joaquín Furriel y la actriz uruguaya Romina Peluffo), que luchan por ser felices y recuperar sus individualidades en medio de la crianza de sus hijes pequeños, sus trabajos (son profesores universitarios en Agronomía) y el cuidado de sus padres. En esta entrevista con Las12, Murga, habla de todo: de los roles de género, de las tareas de cuidado, del deseo y de ser producida por uno de los genios de la industria del cine.

Parece como si una cámara se hubiera metido en la realidad de una pareja de edad mediana y clase media en Buenos Aires casi en clave documental... ¿Lo pensaste así?

--La película tiene como dos ejes: por un lado, esta voluntad de hablar sobre las particularidades del género, de hombres y mujeres y de cómo tanto unos como otros repetimos, con más o menos conciencia, esas estructuras aprendidas y esas formas de hacer y de estar en la vida y en lo cotidiano. Entonces, tanto en una historia como en la otra, estaba esa idea de contar cómo nos manejamos al interior de nuestra familia, era una manera también de hacer visible y de poner en acción el conflicto principal de las dos historias que tiene que ver con qué pasa en esos matrimonios, y qué pasa en una pareja que primero elige estar junta, después elige ser familia y cómo estas decisiones y este avance en el tiempo de las personas hace que se vayan generando dinámicas particulares en esa idea de sostener una familia.

La directora, Celina Murga, y la actriz Marina de Tavira y el actor Joaquín Furriel. Foto: Alejandra López.

Vos decís que la película tiene diferentes capas de sentido, ¿no?

--Sí, hay algo lindo y logrado en la película que es esta cuestión de las capas que hace que cada espectador conecte con lo que pasa en función de cómo le resuena su historia. A algunes les resuena lo de la infidelidad, a otres, las tareas de cuidado, a otres, la búsqueda de la libertad. Mi intención es que hablara más de lo que les pasa a los personajes en el día a día y cómo se logra hacer convivir esa disposición a formar una familia y algo de esa dinámica que te va llevando un poco puesta y una empieza a funcionar en un modo muy a favor de sostener algo, elegido por supuesto pero a la vez externo, como una especie de pyme familiar, y cómo eso en estos personajes empieza a entrar en conflicto.

Y eso se nota en los dos personajes, tanto en Pablo como en Natalia...

--Sí, pero hay algo de la cuestión de ponerle el cuerpo sobre todo en las mujeres, ese lugar tan físico de demanda de tiempo, de energía, de atención, que cuando los hijos empiezan a crecer, se empieza a tener un poco más de aire, de espacio y es el momento de mirarse un poco más, de mirar al costado y decir bueno, con quién estoy, cómo quiero estar, quién soy yo y quién es ese otro.

¿Por qué elegiste que fueran profesores en Agronomía?

--Primero, quizá, fue algo arbitrario porque yo me había mudado hacía poco a Parque Chas, que es muy cerca de Agronomía y gracias a eso descubrí el predio y lo empecé a vivir y me enamoré totalmente del lugar y enseguida me dieron ganas de buscar una historia para contar ahí. Pero, a la vez también está la cuestión de los ciclos de la vida que es algo sobre lo que yo quiero reflexionar: cómo nos entendemos como personas dentro de esos ciclos. Creo que si pudiéramos vivir más en contacto con ese movimiento y ese cambio constante que está en nuestra vida, quizás también podríamos vivir con menos sufrimiento un cambio como podría ser pensar que esta persona con la que elegí vivir 15 años, hoy ya no la elijo más. Hay algo de la institución matrimonio, como la venimos entendiendo, que sigue siendo muy arcaica, esta idea del amor para toda la vida que me parece antinatural.

¿Hay un llamado a preguntarse por nuestra propia subjetividad y deseo?

--Claro, sin necesidad de entrar en lo puntual de la infidelidad, hay algo que debe ser generacional de querer mantener una juventud eterna, hay algo de ese chip cultural también en el que todos pensamos alguna vez en volver a tener 20 años. Tiene que ver con esto de que cuando estás criando, no sabés bien quién sos y cuando salís de ese túnel, de alguna manera (por supuesto que hay momentos disfrutables), volvés a conectar con un lugar más de deseo propio o de un anhelo de libertad que no tiene que ver estrictamente con lo sexual. En la película, la vía de escape que encuentran los personajes es la de esos romances.

¿Cómo es la relación que tenés con Scorsese?

--Lo conocí en el 2008, gracias a una beca que tiene la Fundación Rólex, que es una beca de estímulo a jóvenes artistas (en ese momento yo era una joven artista). La beca pone en relación a un mentor y a un discípulo de distintas disciplinas, y yo fui seleccionada para el área de cine y gracias a eso lo conocí y él fue quien me eligió como su discípula. Desde entonces venimos desarrollando un vínculo creativo concreto. Él en ese momento estaba filmando La isla siniestra y yo estaba trabajando en el guión de La tercera orilla, que es mi película anterior. En esos años viajé mucho a verlo y hoy tenemos un vínculo personal, además del artístico. Es alguien súper generoso y a pesar de ocupar el lugar en la historia del cine que ocupa, nunca ha perdido la conexión con entender lo que es estar al principio de una carrera siendo mujer. Además tiene una fundación para la preservación del cine mundial; le importa mucho el cine y el arte del mundo, no solo de su país.

La película está producida por: TRESMILMUNDOS CINE (Argentina), MOSTRA CINE (Argentina), INFINITY HILL (Inglaterra/ USA), DOPAMINE (México), WEYDEMANN BROSS (Alemania) y NADADOR CINE (Uruguay) y, a partir del jueves 19, en cines de todo el país.