“Salga vecino salga, salga a ver la realidad de los barrios”, le grita por el megáfono una militante de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) a los vecinos de calle San Luis que se acercan a los balcones por el ruido de la marcha. Frente a ella, en la cabecera de la movilización, un grupo de mujeres que alimentan a sus vecinos en los comedores y merenderos de los barrios más pobres de la ciudad levantan las ollas vacías. Ese es el mensaje: denunciar que desde el 10 de diciembre de 2023, el gobierno nacional dejó de enviar las partidas alimentarias destinadas a las organizaciones sociales, con la que se sostienen los comedores y merenderos que alimentan a miles de vecinos en las zonas más necesitadas de la ciudad, la región y el país.

Las organizaciones concentraron en Córdoba y Corrientes, en la tradicional esquina de la Bolsa de Comercio de Rosario. Las ollas puestas sobre las escalinatas del lugar buscaban contrastar la pobreza que hay en los barrios “frente a los beneficiarios del saqueo y responsables del hambre”. Luego, encolumnados detrás de una bandera que reclamaba por “pan, abrigo y trabajo”, los movimientos sociales marcharon hacia la sede de la Anses, en Rioja y Sarmiento, donde realizaron un acto y una asamblea para seguir definiendo un plan de lucha en las calles. El pedido que más se repitió entre los oradores fue el de una nueva convocatoria a un paro general.

La movilización fue la réplica local de una jornada de lucha a nivel nacional encabezada por la UTEP, que en Buenos Aires marchó hacia el Ministerio de Capital Humano. Además del pedido concreto que para que el gobierno ejecute el presupuesto alimentario en un contexto de profunda necesidad, también hubo otras consignas que formaron parte del reclamo: la apertura y actualización de los programas de trabajo, la promoción de la inclusión social a través del trabajo formal, el repudio al veto presidencial que negó el aumento a los jubilados y la defensa de la educación pública, ante el anuncio de que también se vetará el financiamiento universitario aprobado en el Congreso.

Nora Leiva, responsable territorial del Movimiento Evita en la zona norte, no anduvo con vueltas a la hora de definir la situación que se vive en los barrios. “Nuestros vecinos se están muriendo de hambre y nadie nos da respuesta”, describió. “Muchos chicos comen la comida que les dan en la escuela al mediodía y a la noche no tienen nada”, denunció.

En una misma línea, Romina Saavedra, responsable de la zona oeste de la ciudad dentro de la organización, aseguró que en los últimos meses el hambre y la pobreza se multiplicó en ese sector de la ciudad. “Vemos mucha gente sin trabajo y que no tiene para comer, entonces se van a dormir sin cenar. Tenemos personas que nos vienen a pedir a los comedores y no le podemos darles porque no tenemos”, explicó y agregó: “Las compañeras se lo ponen esa tarea al hombro y salen a vender pan casero, pizza, para sacar adelante los comedores. Necesitamos que nos vean y nos escuchen, porque el pueblo tiene hambre”.

Paro general

Para el referente de la Corriente Clasista y Combativa, Eduardo Delmonte, el programa del gobierno del presidente Javier Milei se define de una sola manera: sangre, sudor y lágrimas para el pueblo. Por eso, no solo manifestó su preocupación por las medidas que se fueron tomando a lo largo de la gestión, sino también por las que se vienen: “Lo que estamos viviendo ahora es chico en relación a lo que este gobierno se propone hacer con el país”.

En ese marco, el dirigente social celebró el reclamo que movilizó a una buena cantidad de gente por las calles del centro rosarino. “Los trabajadores estamos reclamando el paro general. Necesitamos un paro nacional donde le demos otra vez un golpe contundente a este gobierno”, expresó y agregó: “Nosotros seguimos luchando por trabajo formal, pero mientras tanto exigimos que se abra otra vez la inscripción para las ayudas sociales, porque hay un montón de compañeros que no tienen nada”.

Por último, Delmonte pidió seguir construyendo “espacios multisectoriales” para trabajar en alternativas de gobierno: “Tenemos que lograr que en este país alguna vez la crisis la paguen los que se han beneficiado siempre, que son los grandes dueños de la tierra y las grandes empresas extranjeras. Son los que se están llevando la riqueza de la Argentina y los grandes responsables del hambre de nuestros chicos. Debemos construir un camino hacia eso con la unidad del campo popular”.

Por su parte, Hernán Sorrequieta, referente del Movimiento Evita, apuntó contra el gobierno nacional ante la quita de la asistencia alimentaria. “Hay un presupuesto destinado a alimentos en el Ministerio de Capital Humano que no está siendo ejecutado y no sabemos dónde está esa plata que tendría que estar llegando en comida a los movimientos sociales, a la iglesia y a un montón de asociaciones civiles que hacen trabajo solidario en muchos barrios de Rosario y la Argentina”, sostuvo. “Este gobierno tiene una política económica que ha profundizado la crisis y que ha sumergido a 5 millones de argentinos más en la pobreza en solo seis meses”, cuestionó.

Para el dirigente, el impacto en los barrios es notorio: si a finales del año pasado un comedor servía la comida cinco días a la semana, ahora solo puede hacerlo dos veces; y los que cocinaban dos veces a la semana, ahora apenas tienen insumos para hacerlo cada 15 días. En el medio, mucha gente que queda sin comer. “La asistencia de Nación es cero y la de provincia es insuficiente. Eso hace que nuestros compañeros y compañeras salgan a pedir donaciones a comercios, organicen rifas o ventas de pan para poder hacer una comida para sus vecinos. Es una situación dramática que empeora todos los días”, describió.

 

Por último, Sorrequieta se refirió a uno de los mensajes que más se escuchó durante la jornada: paro nacional. “El pueblo argentino tiene en la memoria que los paros generales son una herramienta para contestarle a un gobierno que tiene una política antipopular y antinacional. La CGT convocó ya a dos paros generales desde la asunción de Milei y sin dudas que se están generando las condiciones para ir hacia un nuevo paro general. Esto lo vienen planteando muchos referentes sindicales y creo que solo es cuestión de tiempo”, finalizó.