El 13 de julio pasado fue la última vez que se vio a Luciana Muñoz con vida. La desaparición de la joven neuquina de 21 años continúa siendo un misterio y no hay ninguna certeza oficial sobre qué ocurrió con ella. Mientras la investigación avanza, este martes a primera hora la Fiscalía dio a conocer los resultados de los análisis de ADN realizados a las manchas de sangre encontradas en un auto y dos casas: una de ella pertenece a Maximiliano Áviles, la expareja y único detenido en la causa.
Fueron nueve las muestras que se cotejaron con el ADN de la madre de Luciana, Lila Florencia Aguerre, quien fue la única en aportar sangre para establecer un perfil genético. Las pruebas fueron recolectadas en los allanamientos realizados los días 22 y 23 de agosto, donde participó el equipo de Criminalística del Cuerpo Médico Forense en la vivienda de Áviles y en la casa de un segundo hombre investigado, presuntamente un dealer.
Los investigadores observaron manchas en el suelo de la casa del ex, sangre en un par de zapatillas del dealer y en un palo de golf en el interior de un vehículo. El último elemento fue el que más interesó al equipo de Criminalística ya que se podría tratar de la presunta arma homicida.
Las muestras fueron sometidas al análisis del Laboratorio Central de Neuquén y el informe brindado determinó que la sangre encontrada en los distintos lugares peritados no es de mujer, lo que descarta de plano que se trate de sangre de Luciana Muñoz. Es decir, la sangre es de hombre, por lo que no coincide con el perfil genético remitido, aunque esto no altera la línea investigativa que se viene siguiendo.
Ya pasaron más de dos meses desde la desaparición de la joven y no hay pistas contundentes que den respuestas a la investigación. Hasta el momento, el único detenido es el exnovio de Luciana que está con prisión domiciliaria por falso testimonio acusado de haber mentido en dos ocasiones durante la investigación y entorpecer la investigación. Avilés dijo que no había estado con Luciana el día de la desaparición, pero hay testimonios que lo complican y que dan cuenta que estuvo con la joven, discutió y la llevó a su casa.
De todas maneras, los últimos análisis de ADN complican la posibilidad de establecer un vínculo entre él y la desaparición de Muñoz. Una de las principales hipótesis involucra tanto al ex cómo al otro sujeto, pero debido a la falta de pruebas no pueden confirmarlo.