Un chico de 17 años que fue víctima de una golpiza en la Comunidad La Cortada, ubicada en el pueblo de Coronel Juan Solá, o Morillo, falleció el domingo último. Por estos hechos ya están detenidas dos personas mayores de edad y cuatro menores de edad fueron puestos a disposición de la Justicia de Menores para que se dicte la restricción de su libertad.

La Cortada es una comunidad del Pueblo Wichí, ubicada en el departamento Rivadavia, en el norte de la provincia. 

Roberto Arias, referente de la Comunidad El Chañar, también ubicada en Morillo, dijo que antes de esta agresión hubo al menos siete asesinatos en estas comunidades vinculados con la violencia que, a su vez, es acompañada por el flagelo de las adicciones.

Detalló que, como sucede en otras comunidades, niños, adolescentes y jóvenes inhalan nafta, además de consumir alcohol etílico, que es más barato que cualquier bebida alcohólica comercializada para consumo.

"Al alcohol lo consiguen en las farmacias. Y van a una estación de servicio a comprar 500 o mil pesos de nafta", contó Arias. Afirmó que pese a que se hicieron las advertencias al expendedor del combustible sobre la problemática que implica que venda nafta a menores de edad, nunca dejó de hacerlo. "Entonces algo vamos a tener que hacer", advirtió. 

Respecto de La Cortada específicamente, Arias sostuvo que en ella existen al menos tres lugares donde chicos y adolescentes se reúnen a consumir. Entre ellos, dijo, se encuentra una estructura que en principio había sido destinada a un Centro de Salud.

Los dichos del referente indígena adquieren relevancia, sobre todo si se tiene presente que hace una semana en Alto La Sierra, localidad comprendida en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este, en el mismo departamento Rivadavia pero en la zona limítrofe con Paraguay y Bolivia, referentes de comunidades indígenas quemaron un comercio que vendía alcohol y que había sido denunciado, afirmaron, como un lugar donde se cometieron abusos sexuales de niñas de 13 años en adelante.

Arias denunció la falta de recursos para brindar seguridad en las comunidades de Morillo por insuficiencia de policías y la existencia de un solo móvil para patrullar el pueblo.

La investigación de la muerte del adolescente se encuentra en manos del fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, quien imputó a dos hombres de 32 y 19 años como coautores del delito de homicidio agravado por la participación de menores y a cuatro menores de edad (adolescentes) como coautores del delito de homicidio.

Durante la audiencia de imputación de ayer, dos de los menores de edad se abstuvieron de declarar, mientras que los otro cuatro imputados dieron versión de lo ocurrido. La Fiscalía solicitó los mayores permanezcan detenidos y respecto a los menores de edad, pidió al Juzgado de Menores interviniente la restricción de su libertad.

Según la investigación, el domingo último, tanto el fallecido como su hermano fueron abordados por personas que agredieron físicamente al adolescente de 17 años con un golpe en la cabeza dado con un elemento contundente y luego le dieron otros golpes y patadas. Aunque el chico fue hospitalizado, no resistió y falleció.