En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó lo que dejó el festejo de Javier Milei y diputados por el veto que consiguieron para dejar sin efecto el aumento a los jubilados y el panorama que se abre con la presentación del Presupuesto 2025. “Es una atrocidad tras otra”, señaló por la 750.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Un jubilado muestra desde la tapa de Página|12 un cartel en el que se puede leer: "Acontecimiento histórico mundial… único gobierno que festeja robarle a los jubilados". Y duele muchísimo, porque adentro transcurría una jornada de celebración. Hay una forma impiadosa de relacionarse con los hechos de la realidad.
Maximiliano Rusconi escribió una nota en Infobae titulada "Peligrosismo y estado de (no) derecho", y dice allí que el libertinaje económico requiere un plus de crueldad. Pero quería tomar la parte en la que dice que “no cabe duda que vivimos en un grave estado de excepción en el cual las garantías de libertad de los ciudadanos no tienen casi ninguna vigencia”.
Sumaba el cartel de ese jubilado y lo que escribió Rusconi al informe que recibí de la diputada Julia Strada sobre el Presupuesto y los gastos que allí se plasman para este año y cuáles son las prioridades: la principal es ajustar, reducir el gasto en salud, en jubilaciones, en educación, en seguridad, en Asignaciones Familiares.
Es un presupuesto de déficit cero que reedita el blindaje fiscal del 2001. Después les voy a leer la tapa de julio del 2001 en la que ocurría lo mismo que ahora. Los tiempos de De la Rúa. Fue en julio del 2001 y se presentaba un plan similar. Cinco meses después el plan volaba por los aires.
Queda muy claro para Strada que desaparece el gasto en bonos a los jubilados, lo que hace prever que se va a eliminar. Hoy representa el 23 por ciento de lo que perciben quienes cobran la mínima. Se van derogan los aumentos automáticos a las asignaciones familiares (AUH incluida) dejando a discreción del Ejecutivo.
Es una atrocidad tras otra: se suspenden los montos mínimos para ciencia, para educación, para el FONDEP, que estaban establecidos por leyes. En salud, un 14 por ciento. Un 48 por ciento los fondos para el Instituto del Cáncer. En educación, en el desarrollo industrial, en todo sentido tenemos un congelamiento feroz.
El cartel del jubilado que están en la tapa de Página|12, lo de Rusconi, lo de Strada, todo esto compone algo que a uno lo hace sentir dentro de un tsunami, una ola espantosa que te revuelca dentro del agua y vos no sabes cómo podés salir de ahí. Esta es la vida a la que están sometiendo a millones de argentinos.