El ataque masivo a través de la detonación prácticamente simultánea de miles de aparatos electrónicos, llamados pagers, en manos de miembros de Hizbulá, ha dejado por el momento en Líbano 12 muertos y casi 3.000 personas heridas, según la útima actualización del Gobierno. El ataque, inaudito hasta ahora, está bajo investigación.
El Ejecutivo libanés, y también Hezbollah, han acusado a Israel de estar detrás de este acto de violencia indiscriminada. Este país por el momento guarda silencio. EE.UU. se ha desmarcado de los actos y ha afirmado que ignoraba lo que iba a suceder. Mientras tanto, las autoridades de Líbano investigan qué es lo que ha sucedido y todos los detalles sobre los beepers y cómo se pudieron detonar a la vez.
¿Qué sucedió?
Sobre las 15:30 hora local (12:30 GMT), los pagers, dispositivos que tuvieron un uso relativamente frecuente antes de la llegada del teléfono móvil y que permiten recibir mensajes de breve contenido, explotaron en diferentes lugares, principalmente del sur del país y en los suburbios meridionales de Beirut, ambos controlados por el movimiento chií. También en Siria, en Damasco.
El titular de ese departamento gubernamental, Firas Abiad, explicó en una breve comparecencia de prensa que la mayoría de los heridos sufrieron daños en la cara, las manos o el abdomen, y agregó que entre ellos había centenares de pacientes en estado crítico.
Las imágenes grabadas en hospitales y compartidas en las redes sociales mostraban a personas con heridas de diversa consideración, en efecto, en la cara, con dedos perdidos y heridas abiertas en la cadera, donde probablemente llevaban el localizador.
Tras el incidente, sirenas de ambulancia resonaron de forma significativa por Beirut, donde el traslado de tal número de heridos a los diferentes hospitales llegó a afectar al tráfico.
Asimismo, las explosiones acabaron con la vida de un hijo del parlamentario de Hezbollah Ali Ammar y causó al menos 14 heridos en Siria, donde el Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabilizó cuatro víctimas en Damasco y otras diez en dos áreas de sus alrededores.
¿Cómo explotaron los pagers?
Aún no se ha dado una explicación cerrada ni tampoco hay una oficial. Esto que sigue es lo que se sabe por el momento.
Los beepers estaban "en posesión de varios trabajadores en diferentes unidades e instituciones de Hezbollah".
Las detonaciones comenzaron sobre las 15.30 hora local en el sur de Líbano, en los suburbios del sur de Beirut conocidos como Dahiyeh y en el valle oriental de la Bekaa, todos ellos bastiones de Hizbulá. Testigos y residentes de Dahiyeh afirmaron que seguían oyendo explosiones una hora después.
Según fuentes de seguridad, algunas de las detonaciones siguieron al sonido de los buscapersonas, lo que hizo que los portadores pusieran las manos sobre ellos o se los llevaran a la cara para comprobar la pantalla.
Las imágenes de los pagers destruidos mostraban un formato y unas pegatinas en la parte posterior que coincidían con los buscapersonas fabricados por Gold Apollo, un fabricante con sede en Taiwán.
La empresa no respondió a las preguntas de Reuters. Hezbollah no respondió a las preguntas de Reuters sobre la marca de los localizadores.
Hezbollah había empezado a utilizar localizadores como medio de baja tecnología para tratar de evitar el seguimiento israelí, dijeron a Reuters a principios de este año dos fuentes familiarizadas con las operaciones del grupo.
Tres fuentes de seguridad dijeron a Reuters que los localizadores que detonaron eran el último modelo introducido por Hezbollah en los últimos meses.
El Gobierno del Líbano ha indicado que los beepers formaban parte de una nueva remesa. En declaraciones a la prensa, el ministro libanés de Telecomunicaciones, Johnny Corm, detalló que el cargamento de pagers afectado había llegado "recientemente" al país y que las baterías de los aparatos se recalentaron antes de que fueran detonados, quizás "a distancia".
"Debemos saber cómo y cuándo entró ese cargamento de dispositivos al Líbano, a qué compañía pertenecen, quién es su dueño. Debemos conocer más detalles para saber cómo funciona este dispositivo y cómo entró al Líbano", indicó el ministro.
Hipótesis y explosivos
A partir de ahí, empieza el terreno de las hipótesis. El diario The Guardian recoge que un exexperto en municiones del ejército británico le dijo a la BBC que los dispositivos probablemente contenían entre 10 y 20 gramos cada uno de un alto explosivo de grado militar, escondido dentro de un componente electrónico falso. Este podría haber sido armado mediante una señal, como un mensaje de texto alfanumérico, según el experto.
El exanalista de la CIA refugiado en Rusia Edward Snowden afirmó, recoge EFE, en esta línea este martes: "Parece que lo más probable es que se trate de dispositivos explosivos implantados (en los buscapersonas)".
Snowden explicó esto en base a la similitud de las graves heridas recibidas por las víctimas. "Si se tratase de explosiones de baterías recalentadas, tendría lugar un mayor número de incendios menores y fallas", añadió.
El exanalista condenó la "irracionalidad" de este tipo de métodos. "Resulta indistinguible del terrorismo", concluyó.
SMEX, una organización libanesa de defensa de los derechos digitales, dijo a Reuters que Israel podría haber aprovechado un punto débil del dispositivo para hacerlo explotar, y que los pagers podrían haber sido interceptados antes de llegar a Hezbollah y manipulados electrónicamente o haberles implantado un artefacto explosivo.
Las fuerzas de inteligencia israelíes han colocado anteriormente explosivos en teléfonos personales para atacar a sus enemigos, según un informe anterior recogido en el libro Rise and Kill First. Los piratas informáticos también han demostrado su capacidad para inyectar código malicioso en dispositivos personales, haciendo que se sobrecalienten y exploten en algunos casos.
El Ministerio de Exteriores libanés atribuyó el incidente de este martes a un "ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de beepers", e informó de que está preparando una queja para presentar ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
La tensión crece en la zona
"Esta escalada israelí grave y deliberada coincide con amenazas israelíes de ampliar la guerra hacia el Líbano y con su postura intransigente que llama a más derramamiento de sangre, destrucción y sabotaje", denunció el Gobierno del Líbano en un comunicado.
Mientras, Hezbollah manifestó: "Tras examinar todos los hechos, datos actuales e información disponible sobre el malvado ataque ocurrido esta tarde, consideramos al enemigo israelí como total responsable de esa agresión criminal que también tuvo como objetivo a civiles y que mató a varias personas".
El Ministerio de Educación anunció en un comunicado el cierre de todas las instituciones académicas del país, públicas y privadas, para condenar mañana "el acto criminal cometido por el enemigo israelí".
En este contexto de gran tensión, un ataque israelí contra la localidad de Majdal Salm, en el sur del Líbano, causó al menos dos muertes este martes. Así lo detalló el Centro de Operaciones de Emergencia en el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
Las partes están enzarzadas en un intenso fuego cruzado a través de la frontera de facto entre ambos países desde hace más de once meses, en sus peores choques desde la guerra que libraron en 2006 y en el marco de la guerra de Gaza.