Trabajadores de la construcción se movilizaron en Jujuy en reclamo por el regreso de la obra pública a la provincia en un contexto de desesperación y en el que, aseguran, ya hay más de 8 mil empleados del sector desocupados.

Bajo la representación de la UOCRA, se movilizaron en la localidad de Ledesma para pedirle al Presidente Javier Milei y al gobernador Carlos Sadir, volver a impulsar las obras paralizadas.

Lejos de conseguir una respuesta positiva, la manifestación terminó con una dura represión cuando la protesta ya estaba llegando al final y los 200 manifestantes fueron corridos hacia la banquina de la Ruta 34 con el avance de las balas de goma.

Ramón Neyra, secretario general de la UOCRA en Jujuy, afirmó por la 750 que la situación que se vive es “tristísima” porque “el fin de la obra pública” representa una “preocupación total” para el trabajador que tiene que llevar el plato de comida a la mesa.

"Son momentos duros, tristísimos dentro de nuestro sector. Nosotros estamos en diálogo constante con el compañero Gerardo Martínez y ellos buscan diálogo con el Gobierno nacional", afirmó.

Y dijo: “Este tema nos está afectando mucho, tenemos 8 mil trabajadores desocupados. Así como en algún momento Jujuy fue histórico en obra pública, hoy la estamos pasando mal, esperando la reactivación".

Además, entrevistado por Diego Brancatelli, repudió la represión vivida: “Mi repudio es total a cualquier hecho de violencia. Un compañero sale a pedir trabajo y es reprimido. No voy a estar de acuerdo nunca, lo hablé hoy con gente del Gobierno. La gente fue pacíficamente y nos encontramos con esto".