El 1º de octubre asumirá en México la primera Presidenta de su historia, Claudia Sheinbaum. Tras varias décadas de neoliberalismo, quien le entregará el mando, Andrés Manuel López Obrador, comenzó una serie de reformas que ella, de su mismo espacio político, MORENA, buscará continuar. AMLO, como llaman al mandatario saliente, goza de una enorme popularidad. Cash conversó de los desafíos económicos de Sheinbaum con Daniel Moser, argentino y mexicano, director de HELIOS Comunicación e integrante del Centro de Estudios Estratégicos Nacionales en México.
--¿Cuáles han sido los más importantes logros de AMLO en materia social y económica? ¿En qué medida hoy México es diferente respecto a seis años atrás?
--López Obrador parte de principios para sus actos de gobierno, resumidos en algunas consignas: “Por el bien de todos, primero los pobres”, “Los recursos públicos no son del gobierno, son del pueblo y en él deben invertirse”, “No debe haber gobierno rico con pueblo pobre” y “La austeridad republicana”, por sólo mencionar algunos. En ese sentido, creo que hay varios puntos destacables de su gestión. Lo más importante, en mi opinión, es que entre 2018 y 2024, unos 9 millones y medio de mexicanos salieron de la pobreza. Luego, rompió con el mito neoliberal de que “el aumento de salarios implica aumento de inflación”. El salario mínimo de 2018 a 2024 aumentó 110 por ciento y el índice de inflación solo se movió de 4,83 en diciembre de 2018 a 4,99 en julio de 2024. En la frontera con Estados Unidos, el aumento del salario fue del 250 por ciento. Hubo una paulatina eliminación de las políticas económicas neoliberales en el orden nacional.
--¿Cuál ha sido el rol del Estado en esa política que AMLO llamó “cuarta transformación"?
- Se instauró el capitalismo de Estado, recuperando y ampliando la participación de este en las áreas estratégicas de la economía, particularmente el sector energético, donde el Estado pasó a controlar del 15 por ciento al 54 por ciento de 2018 a 2024. Así, logró un crecimiento económico incluyente: solo para 2024, el presupuesto en bienestar social para niños, jóvenes, adultos y adultos mayores es de algo más de 36 mil millones de dólares mediante programas como Sembrando Vida, Fertilizantes para el Bienestar, Producción para el Bienestar y Precios de Garantía, Pensión para Personas Adultas Mayores y para Personas con Discapacidad o, en el sector educativo, el Programa de Becas Benito Juárez. Más del 70 por ciento de los hogares mexicanos reciben al menos un apoyo a través de los Programas para el Bienestar. Y el desarrollo tiene un enfoque regional. Las regiones más rezagadas del país han recibido en la presente administración 50 mil millones de dólares para obras emblemáticas y proyectos estratégicos.
--¿Por ejemplo?
--Me refiero a la región sur-sureste del país: los estados de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Puebla y Guerrero. En turismo, el Tren Maya; en desarrollo industrial y exportador, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), y en materia energética la refinería Olmeca. En el estado norteño de Sonora se está construyendo el parque fotovoltaico más grande de América Latina; el proyecto verde más ambicioso de esta administración contempla en su fase final una inversión de más de 1,6 mil millones de dólares para 1.000 megawatts de electricidad.
--¿Cómo han generado los recursos para esas inversiones?
--Con un aumento de la recaudación fiscal, sostenido con la política de “austeridad republicana”, que consiste en una reducción multimillonaria en gastos de gobierno y el combate a la corrupción y la impunidad. Con base en lo anterior, se constituyó el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, al que se destinan los recursos materiales y monetarios recaudados en aduanas y decomisos al crimen organizado. Dichos recursos se destinaron a las comunidades más pobres de México.
Nueva etapa
--México vivió décadas de políticas en las antípodas del programa de MORENA, y con solo un sexenio seguramente le han quedado al Presidente saliente varios temas pendientes.
--Por una cuestión de tiempo, está pendiente la terminación de las principales obras de infraestructura estratégica, que se encuentran en distintos grados de avance. Y un replanteamiento en materia fiscal: no se han aumentado los impuestos ni se ha aplicado un criterio impositivo progresivo.
--¿Cómo será la agenda de Sheinbaum en esos temas? ¿De continuidad, de cambios, de énfasis en determinados sectores?
--La continuidad es casi absoluta; se amplían objetivos con base en los principios antes enunciados. Sheinbaum tiene un enfoque más técnico y profesional, metódico, buscando una alianza estratégica profunda con el sector empresarial. López Obrador asumió la tarea de generar cambios profundos y ello implicó un enfrentamiento, en el que impuso condiciones, con los sectores oligárquicos en general y empresariales, que esperan tener una relación menos conflictiva con Sheinbaum. En materia de infraestructura destaca el proyecto de ampliar en 3.000 km el servicio de trenes de pasajeros.
--¿Cómo han venido operando los sectores neoliberales frente a esos cambios? Ahora están furiosos con la reforma judicial, pero me refiero a lo económico.
--Los principales organismos gremiales del empresariado, que en realidad representan sólo los intereses de la minoría más poderosa, han mantenido una actitud hostil, más por cuestiones ideológicas que económicas, puesto que los principales empresarios y financistas han obtenido ingresos sustantivos. Por ejemplo, los bancos en el período 2018-2024 alcanzaron ganancias superiores a los 40 millones de dólares. Y tales beneficios se explican porque en materia fiscal y financiera López Obrador mantuvo el enfoque neoliberal: un ejemplo es que no aplicó una reforma impositiva progresiva, entiendo que buscando no abrir tantos frentes de conflicto ante la poderosa oligarquía. La excepción, no menor, fue rechazar recomendaciones y préstamos de los principales organismos globales regidos por EE.UU. como el Banco Mundial y el FMI.
Dependencia
--México tiene una fuerte integración con el norte, pero culturalmente es un país latinoamericano. ¿Cómo juega eso en términos de integración económica hacia el sur?
--En este sector tengo una visión crítica. Si bien López Obrador ha sido explícito en sus críticas respecto a las políticas de EE.UU. en materia política y económica en el ámbito global, denunciando intervencionismo, sanciones arbitrarias por cuestiones ideológicas sin fundamento político racional, en materia económica no ha modificado la enorme y peligrosa dependencia económica que México tiene con respecto al vecino del Norte. Históricamente –y esto no se ha modificado, incluso se ha acentuado durante el período 2018-2024– alrededor del 85 por ciento de las relaciones económicas de México son con EE.UU.
--¿O sea que no ha mermado esa dependencia?
--No solo eso, sino que ha aumentado. Explícitamente, aduciendo la búsqueda de equilibrio entre los dos grandes bloques que él identifica como el de Estados Unidos y el de China, para evitar, dice AMLO, conflictos armados globales, se ha negado, no solo a integrarse sino ni siquiera a negociar con el grupo de los BRICS. Lo anterior resulta inapropiado ante la evidencia del paulatino e imparable declive estadounidense. Cabe recordar que en 1945, al término de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos aportaba más del 50 por ciento del PBI global y en 2024 aporta solamente el 22 por ciento, frente al avance firme de la multipolaridad que promueve el grupo de los BRICS.
--¿La ex alcaldesa de Ciudad de México, ahora en Presidencia, tiende a mejorar esa política exterior?
-- Más bien creo que, lamentablemente, Sheinbaum ha dado señales de ir en la misma dirección, también apostando a la relocalización (nearshoring) en la frontera norte, a la que ya se están apuntando los estados del sur de EE.UU., como Texas, lo que a largo plazo no parece ser la mejor opción. Pero como colofón, destaco que, a pesar de errores y pendientes, la administración de López Obrador tiene un balance ampliamente positivo que le merece al final de sus seis años de gobierno una aprobación de más del 70 por ciento.