Tras la masiva explosión de beepers de Hezbollah en distintas regiones de Líbano por un presunto accionar de Israel, que ocasionó unas 15 muertes y más de 2.900 heridos, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, sostuvo este miércoles que los "objetos civiles" no deberían ser "transformados en armas".
"Es muy importante que haya un control eficaz de los objetos civiles para no transformarlos en armas. Esto debería ser una regla para todos en el mundo, que los gobiernos deberían ser capaces de aplicar", apuntó el funcionario durante una rueda de prensa.
En tanto, Guterres consignó que "tan importante como el suceso en sí mismo" es el "indicio que confirma que existe un grave riesgo de escalada dramática en Líbano". Por esto, consideró que "debe hacerse todo lo posible para evitarlo".
"Lo que ha ocurrido es especialmente grave, no sólo por el número de víctimas que ha causado, sino por los indicios existentes de que esto se desencadenó, diría, adelantándose a una forma normal de desencadenar estas cosas, porque existía el riesgo de que se descubriera", señaló.
Las explosiones de beepers en el Líbano y la acusación contra Israel
El Líbano se encuentra conmocionado desde este martes por la explosión masiva de beepers que pertenecían a miembros de Hezbollah en distintas regiones. Según los medios de comunicación libaneses, tres personas murieron y unas 100 resultaron heridas en el Líbano este miércoles producto de los estallidos de estos dispositivos, y se suman a las 12 muertes y más de 2.800 heridos reportados del martes.
Las tres personas murieron debido a la explosión de "dispositivos de transmisión" en Sohmor, en el este del país, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANI) de Líbano. El Ministerio de Salud reportó por su parte "más de cien heridos en una nueva ola de explosiones".
Las explosiones ocurrieron poco después de que Israel anunciara que extendería los objetivos de la guerra en la Franja de Gaza para incluir su lucha contra Hezbollah, el aliado libanés de Hamás, el movimiento islamista palestino.
Según un informe del diario estadounidense The New York Times, los buscapersonas procedían de Taiwán, y fueron cargados con explosivos en algún momento antes de llegar a Líbano.
Hezbollah atribuyó el ataque a Israel. El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, expresó este miércoles que los aliados occidentales de Israel deberían sentir "vergüenza" por explosiones en el Líbano.
En este marco, el grupo respaldado por Irán prometió tomar represalias por las explosiones de buscapersonas. Sin embargo, por ahora, Israel aún no se manifestó sobre este tema.
Unos "3.000" beepers, "en su mayoría del modelo AR924" habían sido encargados al fabricante taiwanés Gold Apollo, aseguró el NYT, citando a funcionarios estadounidenses bajo anonimato "y de otros países". Según algunos de los responsables, fueron manipulados por Israel antes de llegar a Líbano.
Una fuente cercana al grupo chií libanes, que pidió no ser identificada, señaló a la agencia AFP que los localizadores que explotaron "corresponden a un cargamento recientemente importado (...) de 1.000 aparatos" que parecen haber sido "saboteados desde el origen".
"Para que Israel incrustara un detonador explosivo en el nuevo lote de busca personas, probablemente habría necesitado acceder a la cadena de suministro de estos dispositivos", consideró a la AFP Elijah Magnier, analista militar y de seguridad radicado en Bruselas.
"La inteligencia israelí se ha infiltrado en el proceso de producción, añadiendo un componente explosivo y un mecanismo de activación a distancia en los beepers sin levantar sospechas", opinó, al plantear la posibilidad de que el tercero que vendió los dispositivos podría haber sido un "frente de inteligencia" creado por Israel para este fin.