UN SILENCIO 6 puntos
(Un silence; Francia/Bélgica/Luxemburgo, 2023)
Dirección: Joachim Lafosse.
Guion: Chloé Duponchelle, Paul Ismael y Joachim Lafosse.
Duración: 99 minutos.
Intérpretes: Emmanuelle Devos, Daniel Auteuil, Matthieu Galoux, Jeanne Cherhal, Louise Chevillotte.
Estreno en salas de cine.
La película comienza con un plano extendido en el tiempo de la protagonista, Astrid Schaar, mientras maneja su auto por las calles de la ciudad; en el espejo retrovisor el rostro revela claramente signos de preocupación, una lágrima apenas asomando por uno de sus ojos. El nuevo largometraje del belga Joachim Lafosse se cerrará, una hora y media más tarde, con una imagen similar: un primer plano del mismo personaje transmitiendo sensaciones extremas, aunque morigeradas por el pudor de la represión emocional. La actriz es la gran Emmanuelle Devos y el film se llama, no casualmente, Un silencio. Aunque el nombre más reconocido, al menos en Argentina, sea el de su compañero de reparto, Daniel Auteuil –en la ficción es su esposo, el abogado mediático François Schaar– es ella quien carga con la mayor parte del peso dramático del relato. Una historia que, al menos en el país de origen del realizador, es bien conocida, ya que está basada en hechos verídicos de alto impacto periodístico: la de un abogado, Victor Hissel, encargado de un sonado cargo de pederastia, secuestro y muerte que terminó inculpado él mismo por posesión de material pornográfico con menores de edad. Los nombres han sido cambiados pero el nudo dramático es el mismo del caso real.
Lafosse elige el camino del racconto para develar, como si se tratara de un rompecabezas, la estructura y funcionamiento de ese silencio al que hace mención el título. La primera escena encuentra a Astrid en camino hacia la estación de policía, donde le confirman que el hijo adoptivo del matrimonio Schaar, un adolescente casi mayor de edad, intentó asesinar a su padre. Allí mismo se señala que el pater familias está sospechado de participar como consumidor en una red de distribución de imágenes y videos ilegales, por lo que Un silencio no desarrolla su narración a partir de la revelación de secretos como truco narrativo (aunque sí existe un secreto a voces familiar, conocido por casi todos sus integrantes), sino alrededor de la idea de la reserva, de esas cosas de las cuales no se debe hablar para, tal vez, mantener la cordura. O, en términos más banales, sostener la imagen de respetabilidad puertas adentro y, sobre todo, hacia afuera.
Navegando las aguas del naturalismo, aunque con un dejo de tragedia que asoma la nariz apenas comenzada la proyección, el director de Les chevaliers blancs y L'économie du couple va descorriendo el velo de una serie de negaciones intrafamiliares que hacen de Un silencio un pequeño ensayo sobre las hipocresías sociales. François Schaar, acosado por periodistas día y noche para que declare novedades sobre el caso que está en sus manos, es un hombre y también una máscara, sus virtudes públicas acosadas, sin que él lo sepa hasta que todo estalla, por sus pecados privados. Tal vez no se trate del film más sutil de Lafosse –hay algo incluso un tanto sensacionalista en la manera en la cual desarrolla el tercer acto–, pero la solidez del reparto, en particular gracias al ambiguo accionar del personaje de Devos, logra transmitir con potencia las zonas más erróneas de la protección a toda costa del clan ante el cáncer que lo carcome inexorablemente desde su interior.