De acuerdo a una investigación del diario New York Times, Israel colocó explosivos en un lote de bipers fabricados en Taiwán y vendidos a Hezbolá en el Líbano, que este martes estallaron causando 12 muertos y casi 2.800 heridos. Hezbolá habría encargado a la empresa taiwanesa Gold Apollo unos tres mil aparatos que fueron manipulados por Israel antes de llegar al Líbano, detallaron al diario funcionarios de Estados Unidos y de otros países. La empresa taiwanesa Gold Apollo, señalada como la presunta fabricante, aseguró que los aparatos fueron producidos por su socio húngaro BAC y son su responsabilidad.
Los bipers de miembros de Hezbolá que estallaron el martes en el Líbano tenían cargas explosivas y estaban programados para detonar, confirmó este miércoles un funcionario de seguridad libanés. Este miércoles se registraron nuevas explosiones, que esta vez afectaron a walkie talkies, en diferentes puntos del Líbano. Según fuentes consultadas por la cadena de noticias saudí Al-Hadath, estas detonaciones fueron provocadas por baterías con trampas explosivas importadas por Hezbolá.
La pista de Taiwán
Según el informe del New York Times, los bipers utilizados por Hezbolá proceden de Taiwán y fueron cargados por Israel con explosivos en algún momento antes de llegar al Líbano. Los también conocidos como buscapersonas habrían sido encargados al fabricante taiwanés Gold Apollo, aseguró el diario citando a funcionarios estadounidenses y de otros países bajo anonimato.
Los explosivos fueron implantados junto a la batería de cada uno de los buscapersonas con un mecanismo para poderlos detonar de forma remota. El martes los dispositivos recibieron un mensaje que simulaba provenir de la cúpula de Hezbolá pero que en realidad sirvió para hacer estallar los explosivos. Los dispositivos estaban programados para emitir un pitido durante varios segundos antes de la explosión.
Gold Apollo, cuya marca aparece en los buscapersonas de miembros del Hezbolá que explotaron en el Líbano, aseguró el miércoles que los fabricó una compañía en Hungría llamada BAC Consulting con la cual tenía un acuerdo. "Nuestra empresa sólo aporta la autorización de usar la marca y no está implicada en la concepción ni en la fabricación", dijo el miércoles en Taipei el director de la compañía, Hsu Ching-kuang.
La presidenta de la compañía húngara BAC Consulting, Cristiana Barsony-Arcidiacono, confirmó en declaraciones a la cadena estadounidense NBC que trabaja con Gold Apollo pero negó estar involucrada en la fabricación. La compañía BAC Consulting, fundada en 2022, está registrada en Budapest, en un edificio de dos pisos. Según documentos legales consultados por AFP, Barsony-Arcidiacono parece ser la única empleada y la compañía tuvo una facturación anual de 592 mil dólares.
Los resultados preliminares de una investigación de las autoridades libanesas mostraron que los bipers que explotaron el martes "estaban preprogramados para estallar y contenían materiales explosivos colocados junto a la batería", detalló un funcionario de seguridad libanés que pidió el anonimato. Según él, es poco probable que las baterías de litio dentro de los dispositivos se hubieran calentado y explotado.
Una fuente cercana a Hezbolá, que pidió no ser identificada, dijo a la agencia AFP que los localizadores "que explotaron corresponden a un cargamento recientemente importado de mil aparatos", que parecen haber sido saboteados desde el origen. "Para que Israel incrustara un detonador explosivo en el nuevo lote de bipers, probablemente habría necesitado acceder a la cadena de suministro de estos dispositivos", declaró Elijah Magnier, analista militar y de seguridad radicado en Bruselas.
Apuntan a Israel
Las autoridades libanesas y el grupo Hezbolá, aliado de Irán, atribuyen la autoría de las explosiones a Israel, que mantiene silencio al respecto. Según el New York Times, que cita a funcionarios estadounidenses y de otras nacionalidades, los servicios secretos israelíes lograron interceptar los bipers antes de su llegada al Líbano y escondieron junto a la batería pequeñas cantidades de explosivos y un detonador.
Tres funcionarios estadounidenses dijeron al portal de noticias Axios que Israel decidió hacer estallar los dispositivos buscapersonas que llevaban los miembros de Hezbolá por temor a que una operación secreta de gran tamaño fuera descubierta por el grupo. "Era el momento de usarlo o perderlo", dijo un funcionario estadounidense al describir la explicación que Israel le dio a Estados Unidos sobre el momento del ataque.
Tanto Hezbolá como el ministerio de Exteriores libanés atribuyeron el incidente a un "ataque cibernético israelí, en el que han sido detonados un gran número de mensáfonos", mientras que el Estado israelí todavía no se pronunció al respecto. Es habitual que las autoridades israelíes mantengan una política de ambigüedad cuando se producen incidentes de este tipo.
Respecto a los walkie talkies que explotaron el miércoles, una fuente de seguridad dijo a la agencia Reuters que fueron comprados por Hezbollah hace cinco meses, cerca del momento en que se compraron los bipers que explotaron el martes. La agencia de noticias examinó imágenes de los aparatos y descubrió un panel interior las etiquetas "ICOM" y "made in Japan". ICOM es presentada en su sitio web como una empresa de radiocomunicación y telefonía con sede en Japón.