El sumergible Titán había sufrido un serio incidente unos días antes de la implosión en la que murieron sus cinco ocupantes en junio de 2023, cuando se dirigían a las ruinas del Titanic, según reconoció este jueves un exdirector científico de la empresa OceanGate, que operó el aparato.
Steven Ross explicó ante una comisión de los Guardacostas de Estados Unidos, que desde el lunes viene realizando distintas audiencias para investigar el accidente, que una inmersión fue "interrumpida por una avería en la plataforma que tardó mucho tiempo en ser corregida". Y agregó que mientras el sumergible volvía a la superficie, se inclinó y la "proa apuntaba hacia arriba", en vertical.
En esa línea, Ross, que estuvo en el aparato junto a otros cuatro pasajeros, confesó que se produjo un sacudón, ya que en el interior no había nada para apoyarse. El piloto de ese día, Stockton Rush, jefe de OceanGate, había "chocado" y los pasajeros se cayeron, uno de ellos quedó "suspendido boca abajo".
Para complementar su relato, el exresponsable recalcó que el incidente no dejó heridos pero fue "desagradable" y duró "al menos una hora". El piloto Rush fue uno de los cinco fallecidos cuando ocurrió la implosión, que sucedió después de que el Titán emprendiera su inmersión el 18 de junio de 2023.
Esa jornada, el sumergible debía volver a superficie siete horas después, pero perdió contacto menos de dos horas después de su partida. Las operaciones de rescate fueron infructuosas y poco después de su inmersión, fue destruido por una "implosión catastrófica" que mató a todos sus ocupantes, entre ellos también el científico francés Pierre-Henri Nargeolet, de 77 años, apodado "M. Titanic".
De acuerdo con lo indicado por guardacostas estadounidenses, los "presumibles restos humanos" fueron descubiertos algunos días después entre los restos del Titán, a 500 metros del Titanic.