El juez Eduardo Raúl Sángari, de la Sala II del Tribunal de Juicio de Salta, preside las audiencias de debate contra el jefe de tráfico de la empresa de colectivos El Cóndor acusado por delitos de violencia sexual en perjuicio de tres trabajadoras que se desempeñaban como conductoras.
La imputación es por delitos de abuso sexual con acceso carnal (dos hechos), abuso sexual gravemente ultrajante y abuso sexual simple.
El Poder judicial dio a conocer las declaraciones de dos de las denunciantes. Una de las conductoras contó que entró a trabajar en la empresa El Cóndor en 2015. Los primeros meses lo hizo en condición de contratada. Fue en ese lapso cuando el directivo comenzó a acosarla. La denunciante sostuvo que en dos oportunidades la accedió carnalmente ejerciendo violencia física y psicológica. Además, la sometió a tocamientos impúdicos en reiteradas ocasiones dentro de la empresa. El hombre le aseguraba que si no cumplía sus demandas se quedaría sin trabajo.
Con esa misma amenaza, el jefe de tráfico atentó contra la integridad sexual de otra trabajadora que también se desempeñaba como chofera de colectivos. En este caso, la denunciante contó que cada vez que ella tenía que hacer un descargo por algún incidente ocurrido en la calle con el coche que manejaba, este hombre la llevaba a un SUM (salón de usos múltiples) donde la manoseaba y la besaba a la fuerza. Esto ocurrió en numerosas ocasiones.
Está previsto que el debate se extienda hasta el 27 de septiembre. La querella está siendo representada por abogadxs del centro comunitario de Asistencia Legal, Formación y Alfabetización Jurídica ALFA, que por decisión de las víctimas y para resguardarlas decidieron no hacer declaraciones por el momento.
Una acción histórica
Hasta antes de 2015, no había mujeres que fueran choferas de colectivos en Salta. Este rol era exclusivo de los varones. El histórico "fallo Sisnero", dado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación el 20 de mayo de 2014, permitió el ingreso de mujeres a estos puestos laborales.
Fue Mirtha Graciela Sisnero quien abrió las puertas para que las mujeres pudieran hoy ser conductoras de colectivo, aunque ella no logró trabajar en eso, mediante una acción de amparo que inició contra varias empresas de transporte público de pasajeros de la ciudad de Salta, alegando que se violaba el derecho a la igualdad y no discriminación ante la imposibilidad de acceder al puesto de chofer, pese a cumplir con los requisitos de idoneidad requeridos. También la Fundación entre Mujeres realizó una presentación de carácter colectivo.
Luego de un largo trayecto en la justicia salteña, el caso llegó a la CSJN, que consideró acreditada la situación discriminatoria que había contra las mujeres en las empresas de transporte público de pasajeros en Salta. El máximo tribunal del país había señalado que "los principios de igualdad y de prohibición de toda discriminación resultan elementos estructurales del orden jurídico constitucional argentino e internacional".