El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó unn acto en el que fue devuelta la propiedad de unas tierras vecinas a la base espacial de Alcântara a comunidades quilombolas, descendientes de esclavos, que las ocuparon desde fines del siglo XVIII.

Lula declaró que finalmente "se hizo justicia"
, pidió "perdón" a los habitantes de las comunidades y dijo que "no es posible entender por qué tanta gente tuvo que ser expulsada para construir una base de lanzamiento de cohetes".

El acto se celebró en el municipio de Alcântara, en el estado de Maranhão
, frente a cientos de las personas beneficiadas con la restitución de la propiedad de las tierras de las que fueron desplazadas en 1980 para llevar adelante el proyecto de un centro espacial y una base de lanzamiento de satélites.

Lula se comprometió además a promover el desarrollo de esas comunidades y anunció que su producción rural pasará a ser parte de un programa nacional mediante el cual el Gobierno adquiere alimentos de la agricultura familiar para abastecer a las escuelas, prisiones y otras instituciones públicas.

Quilombos

Las quilombos, como se conoce en Brasil a las comunidades creadas por esclavos que huyeron de sus explotadores, surgieron durante el período colonial y, en el caso de Alcântara, comenzaron a instalarse en la década de 1780, según registros históricos de entonces.

Dos siglos después, en 1980, la dictadura militar que gobernaba en la época desplazó a parte de las comunidades de Alcântara y determinó que sus tierras pasaran a ser de "utilidad pública", a fin de proceder a la construcción de un centro de lanzamientos espaciales.

Los quilombolas de Alcântara transitaron desde entonces un largo camino en los tribunales, que acabó en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, ante la cual el Estado brasileño, en 2023, reconoció su culpa y se comprometió a cumplir con la debida reparación, concretada este jueves.

El Territorio Quilombola de Alcântara ha quedado constituido por 78.105 hectáreas, declaradas ahora de "interés social" y cuya propiedad pasará a ser de 3.350 familias de 152 comunidades, en zonas vecinas a la base espacial.

El Centro Espacial de Alcântara continuará con sus operaciones, coordinadas ahora por una nueva empresa pública denominada ALADA, que será responsable junto con el Ministerio de Defensa del Programa Espacial brasileño, que data de 1980 y nunca ha terminado de despegar.