A partir del trabajo notable que la Escuela para Animadores, dependiente de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario, lleva adelante, una nueva temporada del ratón rosarino más famoso se avecina. Cabeza de Ratón / Temporada 11 podrá verse completa, hoy a las 17 en el Cine Lumière (Vélez Sarsfield 1027), con entrada libre y gratuita. “Desde sus comienzos en 2008, Cabeza de Ratón se emitió los sábados por la tarde en Canal 5; y a partir del año 2019 se emite por RTS, el canal público de la provincia. Por tratarse del programa de una escuela pública, nos encanta tener un espacio en el aire de la televisión pública”, comenta Pablo Rodríguez Jáuregui –junto a Diego Rolle, director de Cabeza de Ratón y de la EPA- a Rosario/12.

“La nueva temporada se estrenará en octubre, y al finalizar la emisión semanal de los 6 episodios, los publicaremos en el canal de YouTube (@CabezadeRatonAnimado), donde pueden verse las temporadas anteriores. En este caso, la mayor parte del contenido son los cortos realizados por les egresades de la Escuela para Animadores. Los personajes del programa -Cabeza de Ratón, Poyo, Burro, Coco, Elsa Nahoria y Olga gina- protagonizan breves escenas que abren y cierran cada bloque. Este año, el eje temático está dado por las etapas de la realización de los dibujos animados: diseño de personajes, guion visual, fondos, animatic, animación y actuación de voces”, continúa Jáuregui.

“Actualmente, en Cabeza de Ratón somos Pablo y yo quienes producimos contenido nuevo, es decir, realizamos los separadores con los que conectamos los distintos cortos de la EPA, a través de los cuales vamos dando unidad a cada programa. Entre la EPA y Cabeza de Ratón hay una simbiosis, son parte de un mismo proyecto, en donde la EPA produce la mayor cantidad de material para el programa, a través de los cortos de los egresados, algo que en estas últimas temporadas cobró todavía mayor importancia. Los trabajos de los alumnos y las alumnas hacen que el programa sea posible, pero el objetivo está también en dar pantalla a estas primeras experiencias en animación”, agrega Diego Rolle. “Desde sus orígenes, el programa se propone difundir las producciones de estudiantes, egresades y docentes; y en la producción participan también docentes y amigues que nos acercan sus cortos, video clips o aportan voces para los personajes. La producción de la Escuela ronda los 30 nuevos cortos animados cada año, con temas y estilos gráficos muy diversos. Ese es el valor que nos alienta a sostener el proyecto”, comenta Jáuregui.

-Luego de una década de Cabeza de Ratón, ¿qué consideran ha sido conseguido y qué les gustaría lograr?

Rodríguez Jáuregui: -En 15 años de programa hubo grandes cambios en el equipo de trabajo y en las técnicas de animación. En las temporadas 3, 4 y 5, pudimos guionar los episodios de manera que, al editar todos las escenas juntas, formaran un largometraje. Así estrenamos Una pinturita de Ratón, dedicada a los artistas plásticos rosarinos; En la cresta del rock, dedicada al rock de la ciudad con cameos de Popono, Coki Debernardis y el Pájaro Gómez; y La revolución de los colores, sobre arte urbano. Todas pueden verse en el canal de YouTube. Nos gustaría que el formato del programa sea el envase contenedor de toda la producción del sector de la animación independiente de la región.
Diego Rolle: -También tuvimos temporadas en donde se le pudo pagar a la gente y el programa pudo tener otras ambiciones. Contábamos con una inversión por parte del municipio, inclusive también por parte de la provincia, que no era muy grande, pero permitía incentivar a los exalumnos de la EPA a encarar otros proyectos, como una microserie, separadores o animando a los personajes. Y eso servía también para que tuvieran una práctica preprofesional y conocieran cómo es estar en una producción, en este caso televisiva. Eso ocurrió así hasta, más o menos, la séptima temporada, en 2018. Esas personas ahora están trabajando para series de HBO o Netflix; lo que quiero decir es que al destruir estos proyectos locales –gracias a las mentiras que se dicen en relación al INCAA y a una opinión pública que cambió su visión en relación a los aportes estatales para las producciones audiovisuales- se cortó la posibilidad de que muchas personas puedan conseguir trabajos en el ámbito privado. Ahora somos un equipo reducido, de dos personas, cien por ciento enfocados en mostrar los trabajos de la EPA; y está bien que así sea, dado los tiempos que corren.

-¿La ley de cine de Santa Fe ayudaría a la producción animada de la región?

Jáuregui: -La animación, como el cine, navega entre el mundo del arte y el de la industria. Cuando los proyectos necesitan conformar un equipo y sostener el trabajo en el tiempo, es fundamental la organización de los trabajadores y reglas de juego que pongan en valor a la producción audiovisual como un capital cultural.

Rolle: -Si favorece al sector, se beneficiará también la animación. Sería importante. Lo cierto también es que los animadores estamos un poco desperdigados, y puede ser por varios factores. El principal es que la animación lleva mucho tiempo, desgasta, y es contraproducente para salir a militar estas cuestiones; en el sector audiovisual santafesino, creo que somos los que estamos más adormilados, necesitamos un poco más de fuerza en la militancia de nuestros intereses.