La Cámara de Diputados de México aprobó la reforma del presidente Andrés Manuel López Obrador para cederle al Ejército el control de la Guardia Nacional y modificar las tareas en tiempos de paz de los militares, a quienes el mandatario asignó tareas crecientes en su administración. La reforma que impulsa que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad con más de 120 mil efectivos que López Obrador creó en 2019, obtuvo 362 votos a favor, 133 en contra y ninguna abstención. El mandatario negó que la aprobación de esta iniciativa fomente el "militarismo" y la "represión".

Los principales cambios

El dictamen, que ahora pasará a la Cámara de Senadores para su discusión y aprobación, fue criticado por la oposición y algunos organismos por advertir que se lleva a cabo una militarización de todos los ámbitos del país. Esto se debe a la modificación del artículo 129 de la Constitución, que ahora limita las funciones militares en tiempos de paz, una norma que no se ha cambiado desde 1857. La reforma también cambia el artículo 21 para eliminar la "garantía orgánica" que obliga a que las instituciones de Seguridad Pública sean de carácter civil. 

Entre otros cambios establece que los delitos serán investigados por el Ministerio Público, las policías y la Guardia Nacional, así como que su personal tendrá origen militar con formación policial y estarán adscriptos a la Sedena y ejecutarán la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. La sesión empezó con una serie de mociones de la diputada del opositor Movimiento Ciudadano (MC), Laura Ballesteros, y los diputados de los opositores Partidos Acción Nacional (PAN) y Revolucionario Institucional (PRI), Saúl Téllez y Víctor Palma, respectivamente, para suspender la discusión de esta reforma. 

La diputada del oficialista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Rosario Orozco, insistió que la formación de los elementos de la Guardia Nacional será militar, "pero en cuanto a su acción y ejercicio es policial". Orozco agregó que "la formación y disciplina de las fuerzas armadas garantizan su integridad y obediencia a las autoridades civiles y su lealtad a la patria y al pueblo de México". 

El vicepresidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, defendió que este dictamen también faculta al Congreso para expedir leyes que regulen y establezcan requisitos y límites para la participación del Ejército, Armada y Fuerza Aérea en materia de seguridad interior y en tareas de apoyo a la seguridad pública". Las tareas de las Fuerzas Armadas crecieron con López Obrador, quien asignó a los militares tareas de seguridad pública, construcción de obras de infraestructura, administración de aduanas y puertos y la dirección de empresas del Estado, como el Tren Maya y la aerolínea Mexicana de Aviación.

La Corte Suprema declaró inconstitucional en 2023 una reforma legal del presidente para militarizar la Guardia Nacional porque "las funciones de seguridad pública son de competencia exclusiva de las autoridades civiles". Pero desde el primero de septiembre la alianza de partidos de López Obrador y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tiene el control de más de dos tercios del Congreso, la mayoría necesaria para modificar la Carta Magna. 

López Obrador niega "militarismo"

López Obrador expresó este viernes que está "muy contento y tranquilo" con el aval de la reforma constitucional y justificó que, con un mando militar, existirá la "garantía" de que los 130 mil elementos de la Guardia Nacional y sus 500 cuarteles "van a permanecer y van a seguir actuando con rectitud" a diferencia de lo ocurrido con la extinta Policía Federal, acusada de tener nexos con el crimen organizado. 

"Acerca de la represión y del militarismo, eso depende de la autoridad civil. En lo nacional, del presidente, ahora de la presidenta, porque de acuerdo a la legislación, a las leyes de las Fuerzas Armadas, el comandante supremo o la comandanta suprema va a ser la presidenta de la república", afirmó el presidente mexicano en su conferencia diaria.

Aunque la Comisión Nacional de los Derechos Humanos registra más de 1.700 quejas contra la Guardia Nacional, López Obrador afirmó que el cuerpo de seguridad y las Fuerzas Armadas no cometen abusos. El mandatario presentó una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía que muestra que las tres autoridades con mayor confianza entre la población son la Marina (86,7 por ciento), el Ejército (84,3 por ciento) y la Guardia Nacional (77,2 por ciento).