Con un anfiteatro colmado de familiares y amigos, autoridades universitarias y provinciales, e integrantes de la comunidad artística de Salta, se realizó ayer en la Universidad Nacional de Salta un emotivo acto que reconoció la influencia cultural que Dino Saluzzi impregnó en la provincia y el país. 

El bandoneonista y compositor argentino, nacido el 20 de mayo en la localidad de Campo Santo, se mostró conmovido por el homenaje. “Nunca me olvidé de dónde vengo”, dijo apenas recibió el título de la mano del rector Daniel Hoyos

Tras escuchar las intervenciones, el artista agradeció el gesto, dijo que estaba viviendo un sueño, por las sensaciones que estaban pasando por su corazón. Aferrado a su entrañable Campo Santo, celebró haber nacido “por estas latitudes, que tiene que ver con los Andes, con Latinoamérica toda, y con el deseo de crecer”.

Saluzzi también resaltó la “suerte” de haber conocido a compositores importantes en el resto del mundo, que, al igual que él “trabajaron muchísimo por la música, por su gente” porque “la música no se hace sola”. “La música son ustedes, es de ustedes y fue el apoyo más grande que tuve a lo largo de mi vida. Cuando tenía que viajar de un país a otro, no me llevaba otra cosa que los álamos, los ceibos, el cerro San Bernardo y todo lo que era de Salta porque me daba fuerza para seguir adelante”, manifestó.

Un acto de justicia 

A su turno, el rector Daniel Hoyos sostuvo que hablar de Dino Saluzzi es referirse “a uno de los bastiones que tiene la cultura nacional”, “uno de los máximos referentes de la música salteña, que sirvió de inspiración a innumerables obras en Argentina y el mundo”. 



Aseguró que el primer efecto que tiene la música de Saluzzi es “desalentar el ejercicio de las comparaciones apresuradas. Los hilos sonoros de su bandoneón traen reminiscencias del folclore argentino, el tango contemporáneo, el jazz y la música clásica. Pero estos elementos conviven en proporciones inestables, siempre cambiantes”.

Otorgar el título de Doctor Honoris Causa “es el mayor reconocimiento de nuestra Universidad a un genial artista por su trayectoria y su legado que trasciende las fronteras de nuestra provincia y lo hace mundial”, aseguró el rector. "El honor es aún mayor cuando esta Universidad Nacional de Salta tiene en sus cimientos la defensa, la difusión y el reconocimiento de los patrimonios culturales, hoy claramente a través de la figura de este gran artista y referente cultural. Gracias Dino Saluzzi por ser salteño”, cerró.

La propuesta de conferimiento del honoris causa del secretario de Cultura de Salta, Diego Ashur, y el presidente de Pro Cultura Salta, Roberto Salvatierra. Luego el Consejo Directivo de la Facultad de Humanidades propuso el otorgamiento del título ante el Consejo Superior de la Universidad. El artista además fue reconocido por la Municipalidad de la ciudad de Salta y el Concejo Deliberante de Campo Santo.

La ministra de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Provincia, Cristina Fiore, aseguró que el reconocimiento es “un acto de profunda justicia” porque “tuvo que ir a otros lugares para ser entendido, para ser escuchado, y me llegó al corazón cuando él decía que nunca se olvidó de Salta, nunca se olvidó de Campo Santo”.

La ministra contó que la cartera de Ministerio repartió más de 245 manuales, en los que se incluyó un homenaje a Saluzzi, “para que nuestros niños, nuestras niñas, sientan el orgullo de que en su hermosa tierra pudo germinar una semilla tan prolífica y que nos enorgullece tanto a todos nosotros, como Dino Saluzzi”.

El modo del noroeste

Roberto Salvatierra, recordó que en el Abril Cultural Salteño de este año le dedicaron un homenaje a Saluzzi. En Pro Cultura Salta sostienen que “los artistas no se jubilan, los artistas dan cada día lo mejor y usted es un claro ejemplo de eso. Así que gracias, maestro, doctor, amigo, porque me has regalado esta oportunidad de decírtelo”, dijo hablándole al maestro. Además, agradeció a la Universidad Nacional de Salta, destacó el valor de la educación pública y su lema: “Mi sabiduría viene de esta tierra”. 


El secretario de Cultura Diego Ashur Más subrayó la enorme valentía de Saluzzi de “innovar y salir sin abandonar ese lugar de pertenencia”. “Esto subsana esas viejas heridas y críticas infundadas, y nos impulsa a no quedarnos en la pequeñez”, expresó, y siguió: “este reconocimiento de la UNSa es el reconocimiento a un grandísimo camino al que hay que seguir animándose. El maestro lo ha hecho, como lo han hecho tantas personas grandes de la cultura de Salta”.

La decana de la Facultad de Humanidades, Mercedes Vázquez, resaltó que la característica más importante de Saluzzi es su entonación: “esa manera de enlazar su discurso, su inconfundible fraseo, esa manera genial de adelantar los acentos, esa especie de esdrujulización del ritmo, que tal vez solo sea posible para un salteño. En su forma de tocar el bandoneón, está presente el modo de hablar del noroeste argentino, y quizás sea ese su secreto”, celebró.

Una enorme trayectoria 


Dino Saluzzi se acercó a la música a los 7 años gracias a su padre, el reconocido folklorista Cayetano Saluzzi. A mediados de los años 50 se fue a Buenos Aires, donde formó parte de la Orquesta Estable de Radio El Mundo. Y trabajó con Alfredo Gobbi, Roberto Caló, Enrique Francini y el Gato Barbieri, entre otros.

Si bien sus primeras grabaciones las realizó en RCA, su éxito internacional como compositor e intérprete fue de la mano de Manfredo Eicher, fundador del prestigioso sello alemán ECM, con quien graba desde 1982 hasta la actualidad. "(Este) sello distribuye al mundo la música de artista que marcaron la vanguardia de la música del siglo XX”, se destacó en los fundamentos de la resolución 150/24 del Consejo Superior. Dino Saluzzi, además, grabó piezas musicales con Charlie Haden, Marc Johnson, Tomasz Stanko, Anja Lechner, Jan Christensen, Palle Mikkelbom, entre otros.

También se destacó que “como muestra del compromiso social que siempre acompañó su trayectoria artística, en el mismo estudio donde actualmente pasa gran parte del día, recibe periódicamente a niños y jóvenes sin recursos económicos para dictarle talleres y enseñarles los secretos de la música gratuitamente”.

En 1991 comenzó el proyecto de grabaciones de una formación musical que incluye a integrantes de su familia: Celso, Félix, Matías y José María Saluzzi, cuyo último trabajo editado es “El Valle de la infancia”, en 2014. El músico también “se encuentra totalmente integrado a los circuitos de festivales internacionales y es ovacionado en las salas más prestigiosas del mundo”, reza la resolución. Lo que posibilitó que su música fuese incorporada en films de Jean-Luc Godard, Pedro Almodóvar y otros. Asimismo, realizaron documentales sobre él en Norteamérica y Europa.

Su trabajo más reciente es “Imágenes” (2015) para piano solo. En sus presentaciones compartió escenario con artistas de la talla de Al Di Meola, Gato Barbieri, Charlie Haden, Keith Jarret, y contó con el acompañamiento de afamadas Orquesta Sinfónicas y Filarmónicas europeas. Es habitual que sea convocado por alguna Universidad o Festival Internacional de Jazz. En los últimos años fue invitado por la Universidad de Kaiserslautern, de Alemania, para componer y estrenar una obra sinfónica para bandoneón y orquesta.