¿Están rotos hoy los consensos sobre el Nunca Más? ¿Cuán tolerante se puede ser con los intolerantes? ¿Qué pasa cuando se borra el criterio de verdad y se lo reemplaza por un criterio de masividad dictado por un algoritmo? ¿Y cuando una sociedad comienza a ignorar su pasado más reciente? ¿Hay que hablar siempre de buscar consensos, o bajo ese concepto suelen terminar imponiéndose los poderosos? Las preguntas urgentes de un presente que adquiere formas distópicas se fueron sucediendo frente a un público que el viernes llenó la sala Caras y Caretas con avidez por el tema, y que al finalizar se quedó pidiendo "más tiempo de charla".
“Nunca Más es Nunca Más: negacionismo y derechos humanos en la era Milei” fue el título del conversatorio que reunió a los periodistas Víctor Hugo Morales, Cynthia García, Nora Veiras y Luis Bruschtein, junto a la diputada Gisela Marziotta y a Alejandro Apo, con un cuento en el cierre. Desde la primeras fila, las Madres Taty Almeida y Carmen Lareu pidieron "repetir estas charlas, multiplicarlas en todo el país". "Demostremos que seguimos resistiendo y que la lucha no termina. Se los decimos nosotras, las locas, que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas, seguimos de pie", alzó la voz Taty, en su estilo.
El evento organizado por el Grupo Octubre, Página/12 y La 750, se realizó el mismo día en que se cumplieron 40 años de la presentación del informe de la Conadep. De modo que aquel hecho histórico fue evocado y dimensionado, pero sobre todo, puesto en relación con el presente.
La visita de un grupo de diputados nacionales a los genocidas, la prédica ya no negacionista sino directamente reivindicativa de la dictadura de la vicepresidenta, con su idea de "memoria completa" y sus "homenajes a las víctimas del terrorismo" en el Senado, la proliferación de los discursos de odio, el modo en que se intenta relativizar el intento de asesinato a Cristina Kirchner, la represión sistemática, el asado de Olivos a los "héroes", las palabras recientes del Papa, son fotos de este presente que fueron apareciendo en el análisis, puestas en relación con aquel postulado del "Nunca Más".
“Estoy segura de que este es el inicio de muchos conversatorios que vamos a necesitar llevar a toda la Argentina, de Ushuaia a la Quiaca, para ratificar que el Nunca Más tiene que dirigirse tanto a los crímenes del terrorismo de Estado como a las injusticias sociales que hoy estamos viviendo. Porque el negacionismo del Gobierno de Milei es por los derechos humanos de la Memoria, Verdad y Justicia, pero también por los derechos humanos de las personas mayores, los docentes, estudiantes, enfermeras, médicos, inquilinos y cada uno de los argentinos y argentinas que estamos siendo víctimas de estas políticas en detrimento de la dignidad humana", marcó Gisela Marziotta en el inicio de la charla.
Víctor Hugo Morales fue categórico al definir el negacionismo "como un crimen, y no como una opinión". En un repaso histórico, el conductor de La mañana marcó el comienzo del kirchnerismo como el momento bisagra para la aparición del negacionismo, y el macrismo como el de su consolidación. Lo definió en sus etapas que comienzan con la relativización, siguen con la banalización ("el curro de los derechos humanos") para terminar, en este presente, directamente con la negación de la política. "Es en la ausencia de política que surge la posibilidad de que se cometa el crimen del negacionismo", advirtió.
Al hablar del Nunca Más como "el documento fundacional de este consenso democrático que tenemos en la Argentina a partir de 1983", Nora Veiras destacó que "es fundacional porque tiene el valor del testimonio en los cuerpos de las víctimas". La directora de Página/12 ubicó un problema dilemático: "Hay muchísimos argentinos y argentinas, sobre todo jóvenes, que desconocen la historia reciente. Ese es el gran triunfo de la ultraderecha. Es muy difícil tomar una postura a partir del desconocimiento, de la inconciencia colectiva. Y hubiese sido imposible que llegue a la sociedad un discurso como el de La Libertad Avanza, y un personaje como Milei, sin ese desconocimiento de por medio", reflexionó. En ese marco, llamó a "avanzar en el proceso pedagógico como una necesidad democrática".
Cynthia García realizó preguntas alrededor de la batalla cultural que está dando La Libertad Avanza como programa de gobierno, de la habilitación de la circulación de la violencia, los discursos de odio y sus consecuencias, "de la cual el intento de femi magnicidio contra la expresidenta fue una manifestación concreta". "La propuesta es odiante. Por eso en la declaración de Sabag Montiel, él dice: "Lo volvería a hacer". ¿Por qué? "Porque todos la odian. Todos saben que es corrupta. Es el odio incrustado como una certeza masiva", observó la conductora de La García, por la 750.
Para Luis Bruschtein, "el Nunca Más no fue un hecho de la historia, es una convocatoria de lucha que sigue demostrando su fuerza en tiempo presente. No es el pasado, es el presente. Y el que rompe ese contrato básico, como hizo la vicepresidenta, está en contra de la democracia", definió el columnista de Página/12.
Advirtió también que "hoy necesitamos refundar esta democracia, haciendo pie en aquel contrato que se logró en 1983. La sola existencia de un personaje como Milei, expresa una crisis de ese contrato. Tenemos una lucha por delante, similar a la que nos convocó en los tiempos del Nunca Más. Y es una lucha hermosa".
Junto a las Madres, siguió la charla el director general de este diario, Hugo Soriani. Ttambién invitados como Mabel Careaga, hija de la Madre de Plaza de Mayo desaparecida, y Héctor Francisetti, también integrante de Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz. Eduardo Tavani, presidente de la APDH, Margarita Cuenca y Ricky Carrizo, de los Curas de Opción por los Pobres; los nietos recuperados Belén Altamiranda y Juan Pablo Moyano, en representación de las Abuelas de Plaza de Mayo; Mercedes Mignone, hermana de Mónica Mignone y referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, el legislador Matías Barroetaveña.
El grito por los 30.000, presentes, ahora y siempre, fue el cierre de una charla que reclamó su continuidad.