“‘Finalmente me encuentro con un chico con el que venía chateando. Y resulta que era sordomudo. Pero no lo supe hasta que me abrió la puerta de su casa. Claro que yo no hablo lenguaje de señas. No sabía qué hacer. Pero la seguí, eh. Tratamos de usar el celular para comunicarnos. Recuerdo haberme preguntado: ‘hubiese sido cortez de su parte avisarme antes, ¿no?’. Al final, la cosa no fluyó”. La protagonista de la anécdota, Camila Dolce de 36 años, habla de ese encuentro como ‘’la peor cita’’ de los últimos meses, apenas una muestra de muchas otras que tampoco tuvieron final feliz.
Se multiplican las fiestas para “matchear” de manera presencial
¿El fin de las apps de citas?
Ghosteo, estafas y desencuentros son las quejas frecuentes de los y las usuaries de las apps de citas del mundo hetero. ¿Es el anonimato en las aplicaciones la coartada de una sociedad cada día más cruel para justificar malos tratos en las interacciones sexuales y afectivas? Ante un hartazgo generalizado, surgen alternativas de “Tinder presencial”.
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