Atrás quedaron los días en los que Beltrán Benedit reivindicaba sin tapujos su encuentro con Alfredo Astiz y con los genocidas que están presos. En esos momentos, los reivindicaba como “excombatientes que libraron batallas contra la subversión marxista” y prometía denunciar públicamente y en el Consejo de la Magistratura a los jueces que intervinieron en las causas de lesa humanidad a las que él denominaba “farsa”. Esta semana, Benedit hizo un descargo escrito ante una comisión de la Cámara ddijo que fue a fiscalizar la situación de las cárceles sin motivación política algunaempatía con quienes secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron