El fiscal general de España, José Manuel Maza Martín, murió ayer en un centro de salud porteño en el que fue internado de urgencia por una afección renal, en el medio de una visita a la Argentina para participar de un encuentro de juristas, confirmó el presidente español Mariano Rajoy. “Ha fallecido el fiscal general del Estado, José Manuel Maza Martín. Mi reconocimiento y agradecimiento por una vida de trabajo al servicio del Estado. Mi sentido pésame a su familia, amigos y compañeros. Descanse en Paz”, escribió Rajoy en Twitter.
El ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano lamentó “profundamente” el fallecimiento de Maza Martin, a quien en un comunicado calificó como “un excelente profesional”. “El Dr. Maza Martin era un excelente profesional que trabajó intensamente por mejorar la administración de justicia de su país. Expreso mis condolencias de parte de todo el pueblo argentino a sus familiares y a todos los españoles en este difícil momento”, expresó. El titular de la cartera de Justicia español, Rafael Catalá, escribió: “Descanse en paz José Manuel Maza. Un extraordinario jurista y servidor público. La Justicia y el derecho pierden a uno de sus más destacados profesionales”.
Maza, de 66 años, estaba próximo a cumplir un año como fiscal general, cargo en el que sustitiuyó a Consuelo Madrigal. Ultimamente había tenido gran actividad al presentar las querellas en la Audiencia Nacional de España contra el ex presidente regional catalán Carles Puigdemont y trece ex consejeros autonómicos por los presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación. También querelló en el Tribunal Supremo, por esos mismos delitos, contra la presidenta del Parlamento regional catalán, Carme Forcadell, y cinco miembros de la Mesa que tramitaron la declaración unilateral de independencia, calificada como ilegal el 27 de octubre. En la agenda de Maza estaba prevista una reunión con el ministro Garavano.
El jurista se sintió indispuesto y con fiebre mientras participaba en la Asamblea de Ministerios Públicos Iberoamericanos, en Buenos Aires, y los médicos aconsejaron su inmediato ingreso hospitalario. El jurista estaba internado en la Clínica Bazterrica aquejado de un proceso infeccioso que le afectó la función renal. Inicialmente su estado se consideró como de cierta gravedad pero no se temía por su vida. La situación se complicó al descompensarse la diabetes que sufría desde hacía años. Maza se hallaba en la capital argentina acompañado por su mujer, Marta.
Nacido en Madrid –aunque él afirmaba sentirse segoviano como toda su familia–, el 23 de octubre de 1951, era licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid desde 1973. Era además, diplomado en Criminología por la misma universidad.
Una de las últimas apariciones públicas del fiscal Maza fue el pasado 30 de octubre para informar que la Fiscalía se había querellado contra el president cesado Carles Puigdemont, el exvicepresident Oriol Junqueras y el resto de consellers del Govern por los delitos de rebelión, sedición y malversación.
Desde la Fiscalía Superior del Estado, que conducía desde hacía un año, Maza afrontó con contundencia la crisis independentista en Catalunya. El fiscal general consideró que tras la declaración rupturista, los ex miembros del Govern y de la Mesa del Parlament consumaron el delito y por tanto debían ser perseguidos judicialmente.